Presidente de Burundi avisa de que "no habrá piedad" con los golpistas

Actualizado
  • 15/05/2015 13:33
Creado
  • 15/05/2015 13:33
Nkurunziza confirma que las fronteras vuelven a estar abiertas, después que el miércoles fueran cerradas.

El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, advirtió hoy de que "no habrá piedad para los enemigos de la democracia" a su vuelta a la capital del país, tras el fracaso del golpe de Estado perpetrado por una facción del Ejército el pasado miércoles.

En un comunicado dirigido a la nación y colgado en su página oficial, el mandatario insta a los burundeses a participar en las elecciones de junio próximo, a las que anunció recientemente que se presentaría para aspirar a un tercer mandato en contra de la Constitución, lo que desató una ola de violentas protestas.

"Llamo a la población a ser solidaria para salvaguardar la democracia y acudir con serenidad a las elecciones", indica Nkurunziza, quien de vuelta al palacio presidencial en Buyumbura fue recibido entre vítores por centenares de simpatizantes, a su llegada en una larga caravana blindada.

El mandatario agradece el trabajo de la policía y las fuerzas de seguridad que frustraron el golpe y asegura que "no habrá piedad para los enemigos de la democracia".

Señala que este golpe fallido se inició con levantamientos e insurrecciones "mínimas" en algunos lugares de la capital, orquestados "desde el pasado año e incluso antes" para derribar un poder "elegido democráticamente".

En concreto, alude a varios campamentos militares ubicados en el distrito urbano de Musaga, que, en su opinión, siempre se han utilizado para orquestar golpes de Estado contra el poder en Burundi.

"La paz y la seguridad prevalecen en todo el país", afirma y agradece a los golpistas que se rindieron a las fuerzas de seguridad nacionales.

El líder de Burundi también pide a la comunidad internacional que permanezca al lado de su país.

Nkurunziza confirma que las fronteras vuelven a estar abiertas, después de que el miércoles fueran cerradas al caer bajo control de una parte del Ejército.

Por último, hace una advertencia a aquellos que quieran "crear problemas" en Burundi: "La guerra puede comenzar y acabar en casa".

Las fuerzas gubernamentales han detenido a cerca de 40 militares golpistas y 9 se han rendido, mientras que todavía se desconoce el paradero del general Godefroid Niyombare, líder de la insurrección y quien anunció el levantamiento en una emisora de radio privada el pasado miércoles.

Desde finales de abril, cuando el partido de Nkurunziza hizo públicas sus aspiraciones a la reelección, al menos 20 civiles han muerto en Burundi durante las protestas contra el deseo del presidente de presentarse a un tercer mandato, lo que, según la oposición, prohíbe la Constitución burundesa.

La candidatura de Nkurunziza ha suscitado temor entre grandes sectores de la población burundesa, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005) que hundió al país y todavía afecta a la sociedad.

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