La “tempestad” de Occidente empezó en París

Actualizado
  • 15/11/2015 01:00
Creado
  • 15/11/2015 01:00
Estado Islámico se atribuyó ayer los ataques a la capital francesa, en el cual murieron 129 personas.

Antes del viernes había una Europa. Hoy hay otra, lúgubre y, sobre todas las cosas, en guerra. Ese argumento ha primado día y medio después de los ataques del Estado Islámico en París (129 muertos y 352 heridos), y que han convidado al presidente François Hollande a anunciar que Francia será ‘implacable' contra los yihadistas. Su discurso ha sido respaldado por los principales líderes de Occidente, temiendo réplicas terroristas. ‘Esto es parte de la Tercera Guerra Mundial', advirtió, por su lado, el papa Francisco.

Hollande convocó ayer al Consejo de Defensa francés, y tras ello aseguró que los actos violentos de la medianoche del viernes fueron planeados fuera de las fronteras de Francia.

Estado Islámico (EI) no tardó tiempo en alzar bandera: en un comunicado, aseguró que los ataques fueron ejecutados por ‘ocho hermanos', con cinturones explosivos y fusiles de asalto, ‘en lugares minuciosamente elegidos en el corazón de la capital': la sala de conciertos Bataclan, a reventar; el estado de Francia, y un restaurante en la zona norte.

‘París es el inicio de la tempestad', prometió la agrupación extremista. Y —continuó— ocurrirá lo mismo con todos cuanto apoyen a Francia en su plan de bombardeos en Siria. ‘Estamos en guerra, y respondemos golpe a golpe', rebatió el primer ministro francés Manuel Valls, sin describir, empero, cómo será la contraofensiva.

SIRIA SIN DISIMULO

Mientras Hollande maniobraba con los hechos, los principales gobiernos de Occidente también convocaban a sus consejos de seguridad. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció que apoyará a Francia, ‘el más viejo de sus aliados'. Lo mismo hizo Rusia: ‘estamos listos para proveer asistencia', sostuvo el mandatario Vladimir Putín. Por su parte, la canciller alemana, Ángela Merkel, prometió que Europa respondería de ‘manera conjunta y decidida'.

La discusión tomó fondo en Viena, donde los cancilleres de las principales potencias de Occidente tenían agendado discutir sobre cómo intervenir en la política siria, dominada por el extremismo. ‘Ahora la reunión toma un nuevo significado', reconoció la jefa de Diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini.

John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, insistió en que los diplomáticos deberán trabajar ‘más intensamente' para reducir al yihadismo, al que acusó de orquestar ‘un tipo de fascismo medieval y moderno (...) que procura destruir crear caos'.

En Siria, sin embargo, las cosas han sido leídas desde un cristal distinto: el presidente Bashar Al Asad ha asegurado que lo ocurrido le permite a Francia ‘conocer' lo que ellos viven todos los días, desde hace cinco años. Los galos se unieron en septiembre pasado a la coalición internacional que bombardea objetivos sirios, en un país que padece ya una guerra civil producto del intento de derrocamiento del mandatario.

‘Las políticas equivocadas de los Estados occidentales, particularmente Francia, hacia los acontecimientos de la región (de Oriente Medio), y el apoyo de un número de sus aliados a los terroristas son razones que están detrás de la expansión del terrorismo', dijo Asad.

LA ESTRATEGIA DE EI

En el calor del horror y mientras los parisinos recordaban con ofrendas a sus muertos, el fiscal de la capital, François Mollina, aseguró que habían sido abatidos siete presuntos terroristas, uno de ellos un francés nacido en 1985, con un récord de delincuencia común.

También hay un sirio, de unos 27 años, que ingresó a Europa por Grecia, en medio del éxodo de miles por el conflicto civil en Siria.

El asunto ha puesto en el debate los planes de la Unión Europea de acoger sirios que huyen de la guerra en su país.

Líderes populistas de todo el continente plantearon la necesidad de frenar la ola de inmigrantes. El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico (opuesto a refugiar a sirios en su país), se inclinó por pensar que EI se infiltró en la ola migratoria que ha acusado a Europa en este año (322 mil personas hasta agosto).

El próximo primer ministro de Polonia, Konrad Szymanski, dijo que su país ‘no está en condiciones' para cumplir con su cuota de refugiados. En Hungría acusan a Merkel de haber abierto la puerta a este escenario.

Pero Berlín está inmóvil. El ministro del Interior, Thomas de Maizière, solicitó ‘no se lancen parábolas precipitadas en el debate en torno a los refugiados', y advirtió que además de vigilar los movimientos de la yihad en Alemania, seguirán los de la extrema derecha, a la que acusan de promover la discusión.

EUROPA ENTRA EN PÁNICO

En torno a la seguridad, los alemanes actuaron frío. Simplemente reforzaron su frontera con Francia, controlada por el gobierno de Hollande desde la medianoche del viernes, justo después de los ataques.

Pero en el resto del continente las cosas fueron más dramáticas. El gobierno español activó el nivel cuatro de vigilancia, en un intento por llamar a la calma. Por prudencia, dijo el ministro del Interior, Jorge Fernández, no se elevó a la máxima. Un ciudadano español murió en el Bataclan.

En el Reino Unido las cosas fueron parecidas: la Policía Metropolitana de Londres consideró como ‘muy posible' un ataque. La unión engrosó la vigilancia en los puertos y los aeropuertos (el de Gatwick fue cerrado y evacuado, por sospechas de que un pasajero transportaba un arma), y dice que pondrá más atención a los eventos masivos. Su gobierno se unió con Francia al plan de ataques aéreos en Siria.

En Holanda, un avión de Air France que pretendía volar a París fue evacuado por una advertencia en Twitter. Además, en Bruselas, la policía confirmó el arresto de ‘varias' personas vinculadas con el alquiler de una camioneta en ese país, y que fue hallada después frente al Bataclan. Una fiscalía abrió también una investigación por la muerte de dos belgas en el atentado.

En Estados Unidos, paralelamente, las principales ciudades y puertos de entrada fueron tomados, aunque el Consejo de Seguridad dijo a Obama que no veía ‘una amenaza creíble' de ataque.

En contraste, Francia espera más. París está sitiada.

(Reporte basado en servicios internacionales)

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‘La tragedia de París nos insta a unirnos en la lucha contra el extremismo y a aportar una respuesta fuerte a las acciones de los terroristas',

DIMITRI MEDVEDEV

PRIMER MINISTRO RUSO

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‘Aquellos que piensan que pueden aterrorizar a los franceses, a los valores que representan (los del progreso humano) están equivocados',

BARACK OBAMA

PRESIDENTE DE EEUU

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‘Israel está codo con codo con el presidente François Hollande y con el pueblo francés en la guerra conjunta contra el terrorismo',

BENJAMÍN NETANYAHU

PRIMER MINISTRO ISRAELÍ

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‘Francia ha conocido lo que vivimos en Siria desde hace cinco años. El mundo debería corregir sus políticas erróneas contra el terrorismo',

BASHAR AL ASAD

PRESIDENTE DE SIRIA

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‘Estoy conmocionado, no entiendo estas cosas, hechas por seres humanos (…). No hay justificación religiosa ni humana. No es humano',

FRANCISCO

LÍDER CATÓLICO

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‘Estoy consternada. Estos ataques son contra todos, por lo que responderemos de manera conjunta y decidida. Defenderemos nuestros valores',

ÁNGELA MERKEL

CANCILLER DE ALEMANIA

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EFECTO DE LAS REDES

Twitter y Facebook, armas de búsqueda

Las redes sociales desempeñaron un papel clave después de los atentados de París.

Desde Twitter se buscaba a desaparecidos y se ofrecía alojamiento a desconocidos que no tenían a dónde ir, y en Facebook se tranquilizaba a familiares y se colgaban miles de testimonios.

‘¡Alerta! Si alguien tiene noticias de Lola, de 17 años, en #Bataclan esta noche, contacten con nosotros'. ‘Busco a mi hermana pequeña Soad'. ‘Mi amigo Thibault Pastor estaba en Bataclan, no contesta: ayúdenme'.

Los internautas colgaban fotografías y hacían llamados desesperados en busca de noticias de sus allegados que se encontraban en el lugar de los ataques.

El último mensaje en Twitter de algunos desaparecidos había sido enviado desde la sala de conciertos Bataclan. Era alegre: asistían a una actuación de rock. Sus cuentas quedaron en silencio desde que unos atacantes irrumpieron a tiros, causando decenas de muertos.

En solidaridad, con el hashtag #PuertasAbiertas, miles de parisinos ofrecían alojamiento a los transeúntes que no tenían forma de volver a casa después de los atentados.

Los habitantes abrieron las puertas de sus viviendas en todos los barrios de la capital, sobre todo en los cercanos a los de los atentados.

‘Si hay gente bloqueada, puedo albergar a 2 o 3 personas en la calle de los mártires, en el distrito 9', ofrecía un usuario, @thom. ‘Los que estén bloqueados en el distrito 20, nuestro canapé sigue estando disponible para 2 o 3 personas en Maraîchers. Incluso se creó una página web que juntaba las puertas abiertas bajo la dirección ‘puertasabiertas.eu'. La iniciativa suscitó numerosos comentarios en las redes sociales, tanto en Francia como en el extranjero, alabando la generosidad de los parisinos.

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ESTADO DE SITIO

Francia mantiene en pie la Cumbre Climática y la Eurocopa

La Conferencia de París sobre el Clima a la que deben asistir más de cien jefes de Estado y de gobierno se llevará a cabo, pese a los atentados del viernes, afirmó ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius.

La COP21 (o Conferencia de Estados partes sobre el Clima) prevista del 30 de noviembre al 11 de diciembre, ‘debe realizarse', dijo Fabius en una reunión en Viena, según la transcripción de sus discursos.

El ministro precisó que las medidas de seguridad se reforzarán, después de los atentados en París.

Se trata de un cónclave ‘absolutamente indispensable contra el cambio climático', recalcó el ministro.

En Washington, un responsable estadounidense indicó que el presidente Barack Obama no había modificado su agenda, y que tiene previsto acudir a la Conferencia de París.

Paralelamente, el presidente del comité de organización de la Eurocopa de Francia-2016, Jacques Lambert, aseguraba que el torneo, que se celebrará entre junio y julio del próximo año, seguirá en pie, aunque la mayor preocupación es ‘tener un nivel de seguridad máximo'.

‘Hoy no tenemos informaciones concretas sobre el hecho de que la Eurocopa pueda ser tomada como objetivo', declaró Lambert a la AFP, aunque precisó: ‘sabemos desde hace meses que el riesgo es máximo. El país está en el punto de mira y si se ataca un evento mediático, esto dará mayor repercusión'.

La Eurocopa de fútbol es el tercer acontecimiento deportivo mundial: para la cita francesa se venderán 2,5 millones de boletos y se espera la visita de un millón de extranjeros en alguna de las diez sedes del torneo.

‘El riesgo terrorista, desde la redacción del informe de candidatura, está considerado como un riesgo clave. De la misma manera, la terrible tragedia del viernes por la noche tendrá el mismo efecto', insistió, antes de asegurar que habrá un cerco total a la información sobre seguridad.

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