Cuando la justicia aprieta, los políticos paquistaníes enferman

Actualizado
  • 23/11/2017 07:08
Creado
  • 23/11/2017 07:08
El primer ministro paquistaní, Shahid Khaqan Abbasi, aceptó a última hora de ayer la petición de baja médica

El ministro de Finanzas Ishaq Dar se ha convertido en el último político paquistaní en problemas con la justicia al que la maltrecha salud le permite alejarse del país en medio de un proceso judicial, sumándose a la lista de altos cargos en esta misma situación en Pakistán.

Dar se une al ex primer ministro Nawaz Sharif, operado de corazón en Londres en medio del escándalo de los Papeles de Panamá y a la esposa de este, Kulsoom, diagnosticada con un cáncer que ha servido de pretexto a la familia del político para ausentarse de muchas de las vistas de los casos de corrupción a los que hacen frente.

Otro que enfermó en medio de sus problemas es el exdictador militar Pervez Musharraf, quien abandonó el país en 2016 alegando problemas médicos cuando hacía frente a varios casos judiciales con la promesa de regresar por "amor" a su país, algo que no ha hecho.

La portavoz del Ministerio de Finanzas, Mehreen Liaquat, confirmó hoy a Efe que el primer ministro paquistaní, Shahid Khaqan Abbasi, aceptó a última hora de ayer la petición de baja médica de Dar, quien se encuentra en Londres desde hace un mes siendo tratado de problemas de corazón.

"Inmediatamente tras realizar la "umra" (peregrinaje a la Meca) el 28 de octubre, sentí un profundo dolor y pesadez en el pecho y consulté con médicos locales que me aconsejaron ir a un cardiólogo", escribió Dar en una misiva a Abbasi.

Ya en Londres, las pruebas médicas mostraron una enfermedad coronaria difusa y posible isquemia en el corazón, y los doctores recomendaron más exámenes y evitar viajes aéreos internacionales.

El político, de 67 años, ha sido dado de baja por un periodo de tres meses, de acuerdo con la legislación paquistaní, y si regresa antes de ese periodo mantendrá la cartera de Finanzas, cargo que ocupará el propio Abbasi de forma temporal.

El ministro hace frente a un caso por supuesta corrupción y blanqueo de capitales por posesión de activos por encima de sus ingresos y fue declarado ayer prófugo por un tribunal por sus continuadas ausencias ante la corte.

El caso contra él fue puesto en marcha por el Buró de Responsabilidad Nacional (NAB, órgano anticorrupción) al igual que contra el ex primer ministro Nawaz Sharif y tres de sus hijos a instancias del Tribunal Supremo el 28 de julio, en la misma sentencia que inhabilitó al exgobernante.

La investigación del Supremo comenzó seis meses antes a causa de los Papeles de Panamá que revelaron supuestas irregularidades en las finanzas de los Sharif y Dar, y concluyó con la inhabilitación del exgobernante.

Dar no es el único que ha enfermado por las revelaciones de los Papeles de Panamá de que tres de los hijos de Sharif tienen compañías en paraísos fiscales con las que controlan propiedades en la capital británica.

El propio Sharif se sometió a una operación a corazón abierto el 31 de mayo de 2016 en Londres, donde pasó un mes y medio, mientras en Pakistán se sucedían las protestas por su supuesta corrupción.

Las desventuras médicas de esta familia no pararon ahí, y la mujer de Sharif, Kulsoom, fue diagnosticada con un cáncer de garganta cuando ya había sido nombrada candidata en los comicios parciales por el escaño de diputado de su inhabilitado marido.

Kulsoom está siendo tratada en Londres por su enfermedad desde el 17 de agosto y fue sustituida por su hija Maryam en la campaña electoral en la circunscripción N-120 de Lahore, en la que se impuso el 17 de septiembre.

La enfermedad de Kulsoom ha servido como pretexto para que Sharif y su hija Maryam no se hayan presentado a numerosas vistas ante el tribunal, y sus hijos Hasan y Husain no lo hayan echo ni una sola vez, motivo por el que han sido declarados prófugos por la corte que les juzga.

También está declarado prófugo el expresidente Pervez Musharraf, que abandonó el país el 18 de marzo de 2016 alegando motivos médicos cuando hacía frente a varias causas judiciales, una de ellas por traición, un delito que podría conllevar la pena de muerte.

"Amo a mi país. Volveré en pocas semanas o meses", prometió el día de su partida el exgeneral gobernó Pakistán entre 1999 y 2008 tras dar un golpe de Estado incruento.

No ha cumplido su promesa y fue declarado prófugo el 31 de agosto del año pasado.

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