Wieviorka: Avanza una ‘tentación al autoritarismo' en Europa

Actualizado
  • 06/05/2018 02:05
Creado
  • 06/05/2018 02:05
Cincuenta años después de la voz antiautoritaria de Mayo del 68, esta regresa como un eco lejano para discutir hoy el surgimiento de fuerzas extremas en Europa

Con distintos motivos, matices y formas, la insubordinación convertida en protestas en los convulsos años 60, se convertía en bandera global. Desde las consignas estudiantiles en México, a los alzamientos populares contra el estalinismo en Checoslovaquia; las protestas universitarias contra la Guerra de Vietnam en los Estados Unidos; las luchas anticoloniales en Asia y África, así como el estallido de las guerrillas en busca de justicia social en América Latina; y por supuesto, las revueltas en Francia.

Durante los días de mayo de 1968, el mundo bullía en los cinco continentes; los consensos impuestos con el fin de la Segunda Guerra Mundial comenzaban a presentar evidentes fisuras, frente a una juventud politizada, un fuerte movimiento obrero y una intelectualidad afilada, en busca de cambios y entre cuyas consignas se encontraba un grito contra el autoritarismo.

Cinco décadas después de aquel ‘instante revolucionario', esa voz rebelde vuelve a cobrar vigencia hoy, pese a las diferencia de tiempo y circunstancias; considera el sociólogo francés Michel Wieviorka, profesor y director de la Fundación Casa de las Ciencias Humanas y Sociales de París. Escritor e investigador, es autor de más de una treintena de libros, cuyas líneas de trabajo profundizan sobre los fenómenos de la violencia, el antisemitismo y el terrorismo.

Según Wieviorka, que visitó nuestro país esta semana para dictar conferencias en la Universidad de Panamá en el marco de la cátedra franco-panameña de esta casa de estudios, mayo del 68 tiene vigencia, por ser un ‘rechazo colectivo' contra el autoritarismo, principalmente en el plano cultural; tanto en las aulas donde se pedía una universidad más libre; en las fábricas, exigiendo a la patronal mejores condiciones laborales, o contra el régimen político vigente, que en el caso de Francia, entonces era gobernada por el general Charles de Gaulle.

En ese entonces, las formas de organización jerarquizadas y verticalistas como la iglesia, los ejércitos, los partidos, la familia o los centros de enseñanza, fueron puestos en el ojo de la crítica, indicó Wieviorka.

‘Mayo del 68 tuvo pocos efectos del punto de vista político o de cambios en las instituciones vigentes en Francia, no así en lo social que fue un progreso importante (…) hubo grandes mejoras para los trabajadores, más derechos sindicales, se elevó un 30% el salario mínimo de los obreros y un 10% de los salarios de todos los trabajadores. Pero fue especialmente relevante; quizás el impacto más importante, su influencia en la dimensión cultural', asegura.

De acuerdo con el profesor, este movimiento abrió culturalmente a Francia; se dejaron atrás ciertos conceptos, relacionados con la vida familiar, el funcionamiento de los medios de comunicación incluso la manera de discutir.

‘Fue un movimiento antiautoritarista muy fuerte, que se expresó en la consigna de ‘está prohibido, prohibir' (…)', señaló a La Estrella de Panamá el sociólogo.

Wieviorka, testigo directo de los hechos siendo estudiante en la capital francesa cuenta que el autoritarismo se expresaba en varios aspectos como los claustros universitarios, desde donde se hizo una dura crítica a la concepción de los ‘profesores de púlpito'; la idea de la educación era unidireccional, es decir, del docente como único ‘poseedor del conocimiento'.

Estas manifestaciones llegaron también acompañadas con varios referentes de la izquierda tradicional como Karl Marx, Vladimir Lenin u otros más contemporáneos como Mao Tsé Tung, el Che Guevara ó Ho Chi Minh, aunque sin ser hegemónicos en el mayo francés.

Para el profesor, otro aspecto relevante en el plano cultural del 68 fue la visibilización de luchas como el feminismo y la igualdad de género; o el surgimiento de otras expresiones como la ecología, el reconocimiento de las minorías y de la diversidad sexual.

AUTORITARISMO EN EUROPA

En el contexto actual, Wieviorka advierte sobre el aumento de expresiones extremas y autoritarias en el continente europeo, y que de manera contradictoria ‘ocupan espacios democráticos con un discurso antidemocrático'.

En opinión del profesor, el deterioro económico de hoy, es clima propicio para el surgimientos de fuerzas extremistas, de los cuales hay ejemplos conocidos en la ultraderecha: como el xenófobo Frente Nacional en Francia, el racista presidente húngaro Víktor Orbán, la Lega Nord en Italia, o los filonazis de Alternativa por Alemania, el primer partido de su tipo en llegar al parlamento germano desd e la caída del Tercer Reich.

‘Cuando hay un problema de mutación económica, no solamente de crisis económica, (sin también) social y cultural tan fuertes, hay fuerzas políticas (…) que se expresan de manera reaccionaria y nacionalista', destacó el sociólogo.

Sin embargo, lo económico no es el único elemento que determina el incremento de este tipo de formaciones en el viejo continente.

‘‘Cuando hay un problema de mutación económica, no solamente de crisis económica, (sino también) social y cultura tan fuertes, hay fuerzas políticas (…) que se expresan de manera reaccionaria y nacionalista'

MICHEL WIEVIORKA

SOCIÓLOGO FRANCÉS, DIRECTOR DE LA FUNDACIÓN CASA DE LAS CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES.

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