Poca emisión de lava del volcán de La Palma y el problema ahora son los gases

Actualizado
  • 11/12/2021 00:00
Creado
  • 11/12/2021 00:00
Desde que el volcán entró en erupción el 19 de septiembre pasado, han quedado dañados más de 72 kilómetros de carreteras, incluidas calles destrozadas y otras zonas del viario público "subsumidas" por la lava

Los centros de emisión de lava del cono principal del volcán de la isla española de La Palma se encuentran muy poco activos y el gran problema que genera ahora la erupción son los gases.

Según el Plan de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), desde el foco efusivo situado al oeste del cono principal la lava sigue discurriendo por un tubo volcánico que tiene varios "jameos" (cuevas generadas por el hundimiento del techo de dicho tubo) y del que parten dos coladas que se desplazan sobre las anteriores.

Se encuentran muy poco activos los otros centros de emisión del cono principal, con pulsos muy esporádicos de actividad estromboliana y emisión de cenizas "y muy intensos de gases", indicaron hoy los expertos en rueda de prensa.

De acuerdo con el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, el panorama que presenta este viernes la erupción es "sensiblemente parecido" al registrado ayer en cuanto a las coladas y no ha habido más superficie afectada por las mismas.

Lo que ahora más preocupa son los gases: la emisión de dióxido de azufre asociada al penacho, el cual alcanzó hoy los 1.200 metros, es alta, aunque continúa la tendencia descendente registrada a partir del 23 de septiembre, cuando superó las 50.000 toneladas.

Esto provocó que el jueves se detectaran niveles regulares y desfavorables en cuanto a dióxido de azufre en las estaciones de Los Llanos de Aridane, Tazacorte y Puntagorda y, en el primero de estos municipios, se superaron los valores límites en seis ocasiones, una de ellas incluso por encima del umbral de alerta.

De hecho, la emisión de gases está impidiendo en algunos momentos acceder a las viviendas, a la limpieza de cenizas y a la retirada de enseres en las zonas de exclusión, así como a terminar las infraestructuras que se están levantando para paliar los cuantiosos daños generados por el volcán.

Desde que el volcán entró en erupción el 19 de septiembre pasado, han quedado dañados más de 72 kilómetros de carreteras, incluidas calles destrozadas y otras zonas del viario público "subsumidas" por la lava.

En cuanto a las partículas en suspensión inferiores a 10 micras, se registró un aumento generalizado en todas las estaciones a lo largo de la mañana local de ayer y en la de este viernes.

Por el contrario, la operatividad del aeropuerto de La Palma se ha visto beneficiada por la dirección sur-suroeste que ha tomado el penacho desde el foco eruptivo.

Por otra parte, las grietas y fracturas en la parte superior del cono secundario han ido modificando su morfología, lo que ha producido pequeños desprendimientos hacia su interior y hacia los cráteres adyacentes.

Respecto a la sismicidad, a niveles intermedios sigue siendo baja, así como la registrada a más de 20 kilómetros.

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