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La covid-19 asfixia a la India mientras sigue el acaparamiento de vacunas por países ricos
- 30/04/2021 00:00
- 30/04/2021 00:00
Como “desgarradora”, así calificó este miércoles la Organización Mundial de Salud (OMS) la situación en India tras el repunte de contagios por covid-19, que lo colocan como el nuevo epicentro de la pandemia. Un contexto que choca con la falta de acceso a las vacunas y vuelve a colocar sobre la mesa el problema de la concentración de estas en un puñado de países ricos.
India –segundo país en el mundo con más casos– rompió los registros con un nuevo récord esta semana, al alcanzar más 3 mil 600 muertos y 380 mil contagios en un día. De allí que, personas atendidas en automóviles por falta de espacio en los hospitales, la escasez de oxígeno y patios convertidos en crematorios masivos ante morgues desbordadas, se han convertido en escenas cotidianas en medio de la segunda ola que azota a una de las cinco economías emergentes más importantes del mundo.
“(Se) está haciendo allí todo lo que está en sus manos, movilizando equipamiento y enviando ayuda que incluye concentradores de oxígeno, hospitales móviles prefabricados y material de laboratorio”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuyo organismo ha reiterado varias veces los efectos dañinos del acaparamiento de vacunas en el combate contra el virus.
India figura como tercero en el ranking mundial de vacunación, más de 142 millones de dosis han sido aplicadas desde el 19 de enero, según el Centers of Disease Control and Prevention (EE.UU.), sin embargo esto representa menos del 11% de su población, muy por debajo del 70% estimado para alcanzar una inmunización efectiva.
Las cifras indias hicieron saltar las alarmas tras conocerse que el 40% de los nuevos casos globales registrados correspondía a India, un alza que sigue con atención la OMS frente a su posible vinculación con nuevas cepas más problemáticas.
Aunque el organismo la declaró por ahora como “variante de interés”, entre otras cosas porque los expertos siguen estudiándola, información preliminar no descarta que se convierta en una “variante de preocupación”, es decir, más rápida para infectar, matar y sortear las vacunas. Es en este panorama que especialistas consideran una vacunación mundial veloz y eficaz, de ayuda para evitar la aparición de nuevas cepas que alarguen la agonía de la pandemia.
Para desgracia de India, la realidad va en contravía de lo planteado por parte de la comunidad científica en cuanto a la distribución equitativa de las vacunas.
Unos diez países controlan el 75% de las vacunas, con dosis hasta tres veces más de lo requerido para su población, según datos de la OMS. Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia y otros países de Europa occidental pertenecen a este reducido grupo; una expresión de las profundas desigualdades que ya existían previo a la pandemia.
Un reciente estudio del Brookings Institution reveló que los únicos países miembros del G7 que aumentaron su “solidaridad externa” fueron Japón e Italia, el resto (Alemania, Canadá, Francia y Estados Unidos) apostaron por disminuirla.
“Si no es posible hacer de la solidaridad exterior un interés nacional y una prioridad, no podremos superar la pandemia y otros desafíos letales para la humanidad”, señaló Dennis Snower, uno de los economistas responsables del estudio del centro de investigación con sede en Washington.
Este monopolio de los fármacos anticovid no solo tiene como problema la exclusión de las naciones de América Latina, África o Asia, sino también la cuestión del dominio de las patentes en manos de las grandes compañías farmacéuticas. La liberación de estas licencias es un debate que cobra más fuerzas, incluso entre diversos sectores de las naciones ricas.
El caso más reciente tiene lugar en la Unión Europea (UE), organización que ha cuestionado los incumplimientos de las principales multinacionales farmacéuticas por incumplir sus compromisos en la fabricación y distribución de vacunas.
Según el Corporate Europe Observatory (CEO), una oenegé dedicada a investigar los lobbys políticos de las grandes compañías en Europa, reveló que estas habrían presionado a la Comisión Europea (CE) de la UE para evitar tomar medidas como liberar las patentes para masificar la producción de vacunas.
Según el CEO, la Federación Europea de Industrias Farmacéuticas (EFPIA) lobby corporativo del cual es parte Pfizer (EE.UU.), AstraZeneca (Reino Unido/Suecia), Jhonson & Jhonson (EE.UU.) y otras empresas, habrían empujado a la UE a “rechazar” la iniciativa de Sudáfrica e India para discutir en la Organización Mundial del Comercio (OMC) la posible liberación de las licencias.
“Nos hemos puesto en una situación en la que nuestro destino lo deciden un puñado de empresas privadas. Y eso, quiero decir, no es sostenible”, denunció uno de los responsables del informe, Kenneth Haar, en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
El pasado 14 de abril tuvo lugar en la OMC una reunión entre ejecutivos de la industria farmacéutica, políticos y miembros de organismos internaciones sobre el tema. El encuentro terminó sin que se tomara ninguna decisión al respecto.
La OMS y Unicef advirtieron que a pesar de que covid-19 es una amenaza global que requiere una respuesta colectiva, unos 130 países –que suman 2,500 millones de personas– no han recibido ni una sola dosis de las vacunas.