Al menos 12 personas murieron y centenares de miles se encuentran afectadas a causa del fuerte temporal causado por un frente monzónico y el tifón Gaemi,...
- 09/01/2012 01:00
- 09/01/2012 01:00
L legó el año decisivo para todos. Para el país, para el gobierno y la oposición, para cada familia y para cada persona en particular. El 12-F será el primer gran paso hacia la victoria de octubre próximo. Dependerá en mucho de que aprovechemos al máximo la coyuntura actual, nada fácil, del acierto en elegir el candidato más adecuado para enfrentar y derrotar a un hombre agotado y de la capacidad de la alternativa democrática en despertar una fresca esperanza que permita visualizar un mejor futuro desde el presente.
Sin desmerecer a los aspirantes, apoyaremos a Pablo Pérez. Hay razones personales y de raíces geográficas comunes que siendo importantes para mí, no son determinantes. Trataré de hacer una apretada síntesis de algunas de las que sí lo son. Pablo ha apoyado decididamente las iniciativas originales de COPEI en cuanto a la tarjeta única y a la no reelección. Lo de la tarjeta refleja vocación unitaria. Invitación a los partidos y grupos de electores a que aporten símbolos y banderas a la causa de la unidad simbolizada en ella. Lo segundo no necesita de mucha explicación. Basta con repasar la historia para captar el daño que las reelecciones le han hecho al país. Chávez ha sido la ‘tapa del frasco’, ya en el año 14 como Presidente tragicómico, con pretensiones de seis más por lo menos. Invitamos a todos los aspirantes a pronunciarse. Pronto se conocerán los planes de seguridad de las personas y de los bienes. También lo referente a la seguridad jurídica indispensable para que pueda funcionar cualquier programa público o privado. Se trata de la gobernabilidad posible para que la Constitución reine y la democracia pueda concretarse. Algunos plantean como imposible gobernar con los poderes públicos en contra, manipulados por un expresidentes amargado que los controlaría. Se prepara la Enmienda N° 2 para despejar estas inquietudes, sin descartar el uso de los recursos que la actual Constitución ofrece para enfrentar cualquier situación excepcional, de emergencia. El problema será para quienes se aparten de sus obligaciones constitucionales, no para quien, desde la presidencia gobernará con coraje, sentido común y respeto a la Ley suprema. A lo largo de la campaña profundizaremos sobre la libertad para informar y opinar, para trabajar y producir. De la libertad económica y el apoyo al sector privado para la reconstrucción del aparato productivo. También de la globalización y la política exterior radicalmente contraria a los disparates antinacio nales de hoy.
ANALISTA