Estabilidad y libre mercado, objetivos regionales de EE.UU.

Actualizado
  • 22/03/2015 01:00
Creado
  • 22/03/2015 01:00
América Latina nunca ha sido prioridad en la agenda diplomática internacional de Estados Unidos

Nos guste o no a los países iberoamericanos, la relación entre Estados Unidos y el resto del continente, especialmente sus vecinos del sur, nunca ha sido una relación entre iguales.

Durante décadas, la altísima figura del maduro personaje conocido como el ‘Tío Sam’ ha aparecido en cómics satíricos rodeado de niños vestidos con sombreros charros, para representar la asimetría de poder entre ambos lados.

Se trata de realpolitiks: Estados Unidos es la economía más grande del mundo, posee el ejercito más fuerte, es el cuarto país más grande del planeta y ejerce una influencia considerable sobre la política internacional. En lo cultural, también podríamos catalogarla como una superpotencia, por la capacidad de sus productos culturales (el cine y star system de Hollywood, sus canales de televisión, sus universidades y sus llamados ‘tanques de pensamiento’) para difundir su estilo de vida y valores.

Valores como la democracia, la libertad, los derechos humanos y la economía de libre mercado, (y menos abiertamente el materialismo, el consumismo y el individualismo), han ido tomando fuerza en términos universales, a través estos vehículos de comunicación.

En su diplomacia internacional, estos son esgrimidos o no, a veces antojadisamente—como en el caso de los derechos humanos en China—, en la defensa de dos objetivos básicos: asegurar su fuerza económica y su seguridad nacional.

Estos son también los valores que Estados Unidos lleva a su agenda de trabajo en la OEA, organizacion a la que se unió en 1951 y a la que aporta la mitad de su presupuesto anual.

A pesar de que históricamente la política estadounidense hacia América Latina ha sido de orden secundario en el plano geopolítico global —se la ha llamado al hemisferio su ‘patio trasero’—, Estados Unidos comparte importantes intereses con los países de la OEA. Además de la seguridad hemisférica, está el interés de asegurar la estabilidad y desarrollo de las democracias y economías de la región, si no fuera por razones de humanidad o de justicia, para asegurar mercados para sus empresas y evitar guerrillas o bombas migratorias que pudieran afectar su propia estabilidad.

Adicionalmente, Canadá y México figuran entre sus cinco socios comerciales más importantes, mientras que Brasil es el noveno y Venezuela el número quince.

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