Caravana pasa por territorio de narcos

MÉXICO. La caravana contra la violencia en México que encabeza el poeta Javier Sicilia, partió ayer, lunes, hacia Zacatecas y luego a Du...

MÉXICO. La caravana contra la violencia en México que encabeza el poeta Javier Sicilia, partió ayer, lunes, hacia Zacatecas y luego a Durango, pasando por zonas donde tiene fuerte presencia el violento cartel de Los Zetas, en su ruta de 3,000 km que tiene como meta Ciudad Juárez.

Los participantes de la también denominada ‘Caravana del Consuelo’, integrada por unos 15 autobuses y varios automóviles, demandan un alto a la violencia del crimen organizado y un cambio de estategia antidrogas del gobierno sustentada en el despliegue de 50 mil militares contra los carteles.

La caravana pasó la noche del domingo a ayer, lunes, en San Luis Potosí, donde Sicilia instó de nuevo al gobierno a escuchar el clamor de los mexicanos que le reclaman un alto a su estrategia de choque contra los carteles.

‘Mientras las instituciones no respondan a la ciudadanía, las condiciones de anarquía social, de impunidad, de falta de seguridad, de indignación por los agravios son muy grandes’, remarcó Sicilia en un mitin.

La movilización partió el sábado de la ciudad de Cuernavaca (centro), donde reside Sicilia y en cuyos suburbios su hijo y seis personas más fueron brutalmente torturados y asesinados,

La caravana, la tercera movilización que encabeza Sicilia tras el crimen, ha hecho escalas en Ciudad de México, Toluca (centro), Morelia (oeste) y San Luis Potosí en su camino hacia la frontera, en lo que organizadores describen como ‘la ruta del dolor’, pues recorre estados azotados por la violencia del crimen organizado.

La vigilancia en torno a la procesión de vehículos se estrechó en su recorrido por San Luis Potosí, en cuyas carreteras han sido secuestrados emigrantes, y un agente de aduanas de Estados Unidos fue asesinado a balazos en febrero pasado, en un ataque atribuido al cártel de los Zetas. Ayer, caravana llegaba a Durango, donde desde abril han sido localizados 226 cuerpos enterrados en fosas clandestinas. Se presume que estas osamentas, la mayoría con más de un año de haber sido inhumadas, son de víctimas de ajustes de cuentas de bandas rivales del narcotráfico que se disputan Durango, como el cartel de Sinaloa y los Zetas.

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