¿El fin del santuario?

OTÁ. Carlos Alberto Rentería era una leyenda en el mundo de la mafia. Conocido con el alias de ‘Beto’, ingresó al mundo del narcotráfic...

OTÁ. Carlos Alberto Rentería era una leyenda en el mundo de la mafia. Conocido con el alias de ‘Beto’, ingresó al mundo del narcotráfico como proveedor de insumos para el cartel de Cali a comienzos de los años 80. Rápidamente pasó a ser uno de los hombres clave de esa organización delincuencial y se metió de lleno en la exportación de coca.

Tras el desmantelamiento de los carteles de Medellín y Cali, ‘Beto’ pasó en la década de los 90 a ser una de las figuras más importantes del entonces poderoso cartel del Norte del Valle. Su relativo anonimato acabó hace una década cuando su nombre apareció por primera vez en los afiches del gobierno estadounidense, que ofrecía $5 millones por su cabeza.

Al igual que otros narcos, decidió buscar refugio en un lugar que era seguro para él: Venezuela. Convirtió al vecino país en su escondite perfecto y el sitio ideal para seguir con sus negocios.

El 5 de julio fue capturado por autoridades venezolanas cerca de Caracas. Con 65 años de edad y varias cirugías plásticas encima, terminó la carrera criminal de uno de los narcos más buscados y uno de los últimos capos ‘históricos’.

La captura de ‘Beto’ sorprendió, especialmente porque ocurrió en Venezuela, un país considerado por las autoridades estadounidenses y colombianas como un santuario para los narcotraficantes y en donde se pueden mover a sus anchas.

Si bien es cierto que hoy en día ese país juega un papel protagónico en el tráfico de drogas internacional, en los últimos años ha empezado a convertirse en un lugar no tan seguro para los capos colombianos.

UNA OLEADA DE CAPTURAS

Dos semanas antes de la captura de ‘Beto’, el 23 de junio pasado, las autoridades venezolanas arrestaron muy cerca de Caracas a Luis Frank Tello Candelo. Conocido con el alias de ‘el Loco ‘Frank’, hacía parte de los narcos más buscados por la DEA. Aunque su nombre es poco conocido por la opinión pública en Colombia, en el mundo de la mafia ‘Frank’ era considerado un peso pesado ya que era el segundo de la estructura de Daniel ‘el Loco’ Barrera.

Estaba solicitado en extradición por Estados Unidos desde hace años, señalado de exportar, vía Venezuela, más de 400 toneladas de coca en los últimos tres años. Era, además, el enlace principal de la organización de Barrera con el cartel mexicano conocido como Los Zetas.

Otro de los considerados capos en Colombia durante más de 20 años corrió la misma suerte. Se trata de Salomón Camacho, alias ‘Papá Grande’, un narco que traficaba desde la época del cartel de Cali, socio de los hermanos Rodríguez Orejuela. Desde hace más de 10 años formaba parte de la lista de los narcotraficantes más buscados del mundo y por él también se ofrecían $5 millones de recompensa.

Camacho fue arrestado el 13 de enero de 2010 por autoridades venezolanas.

En marzo del año pasado ya había sido capturado, también en Venezuela, Hermágoras González, socio de Camacho y otro de los narcos más importantes de La Guajira perseguidos por las agencias internacionales antidrogas. Buscado por enviar más de 500 toneladas en el último lustro, era el ‘dueño’ de las rutas en el centro de Venezuela hacia el Caribe.

LA EXPLICACIÓN

Estos son tan solo algunos de los casos más recientes de la suerte que están corriendo los narcos colombianos en Venezuela. ¿Pero cómo se explica esa oleada de capturas de mafiosos en un territorio considerado hasta hace poco seguro? Gran parte de la respuesta está en la dinámica propia del negocio del tráfico de drogas.

‘Cuando los narcos comenzaron a esconderse en Venezuela contaron con la protección de autoridades locales que los cuidaron durante años. Con el paso del tiempo los venezolanos pasaron de ser ‘cuidanderos’ de esos narcos a ser socios.

Conocieron las rutas, los contactos, el modus operandi y todos los secretos de los narcos colombianos’, dijo un miembro de una agencia antidrogas internacional. Capturar y entregar narcos colombianos le permite al gobierno de Venezuela mostrar que supuestamente lucha contra el narcotráfico’, afirma el agente.

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