La caída de héroe policial desvela los asesinatos extrajudiciales en Pakistán

Actualizado
  • 22/03/2018 12:09
Creado
  • 22/03/2018 12:09
La ONG Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP) estima que 1.226 personas murieron durante acciones de la Policía en los dos últimos años

La sombra de los asesinatos extrajudiciales se vuelve a cernir sobre Pakistán con la caída en desgracia de Rao Anwar, un policía que ha pasado de ser un héroe por matar a decenas de supuestos criminales a ser detenido por la muerte de un aspirante a modelo al que vinculó con los talibanes.

Durante años grupos de derechos humanos han denunciado las muertes de supuestos criminales o terroristas en enfrentamientos con la Policía paquistaní, calificándolos de "falsos enfrentamientos" o asesinatos extrajudiciales, sin que esas denuncias surtieran efecto.

La ONG Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP) estima que 1.226 personas murieron durante acciones de la Policía en los dos últimos años y que muchos de esos casos fueron ejecuciones extrajudiciales.

Pero la muerte de Naqeebullah Mehsud, dueño de una tienda y aspirante a modelo de 27 años de etnia pastún, junto con otros tres jóvenes a manos del famoso Anwar parece haber supuesto un punto de inflexión, que ha desencadenado la indignación en la comunidad pastún y de grupos de derechos humanos que exigen el final de este tipo de actuaciones.

A Anwar y la unidad que dirige se le atribuyen 444 muertes de supuestos criminales en 745 enfrentamientos desde 2011, de los que muchas veces informaba orgulloso en ruedas de prensa.

El 13 de enero el policía afirmó que junto con sus hombres había matado a Mehsud y a otras tres personas por pertenecer al principal grupo talibán paquistaní, Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), y planear un ataque contra el puerto de la ciudad de Karachi, capital económica del país.

Pero en esta ocasión la muerte de Mehsud, quien tenía un gran número de seguidores en Facebook, corrió como la pólvora por las redes sociales y provocó protestas de la etnia pastún, oriunda de las zonas tribales y que denuncia ser objetivo habitual de las fuerzas de seguridad.

Una investigación interna de la Policía puso en duda que se tratase de un insurgente y el 20 de enero Anwar fue suspendido de sus funciones.

Entonces intentó huir a Dubai, pero las autoridades de migración impidieron su salida de Pakistán.

El Tribunal Supremo ordenó la detención de Anwar el 27 de enero, pero el agente se dio a la fuga, hasta que ayer se presentó ante la justicia y fue detenido.

Hoy un tribunal antiterrorista de Karachi ha ordenado su arresto durante 30 días, mientras se investiga el asesinato del aspirante a modelo, un caso por el que en total hay 25 policías acusados.

El caso de Anwar devuelve a la actualidad los supuestos asesinatos extrajudiciales llevados a cabo por las fuerzas de seguridad del país.

"No se trata solo de Rao Anwar. Es producto de un sistema que aprueba las acciones extrajudiciales", escribió recientemente en el prestigioso diario Dawn el escritor y columnista Zahid Hussain. Según el columnista, Anwar tenía "licencia para matar", al igual que otros agentes.

Un punto de vista que Human Rights Watch (HRW) apoyó en un informe de 2016, en el que entrevistó a varios policías que "admitieron abiertamente la práctica de falsos enfrentamientos, en los que la Policía simulaba un enfrentamiento armado para matar a individuos".

La Policía de la provincia del Punyab (este de Pakistán) informa a menudo de la muerte de supuestos terroristas en choques con las fuerzas de seguridad y afirma en sus comunicados que los criminales se dispararon entre ellos en la confusión del enfrentamiento.

Zohra Yusuf, de HRCP, dijo a Efe que la Policía lleva a cabo falsos enfrentamientos porque considera que los tribunales no hacen su trabajo y recurren a matar a los supuestos criminales.

Saroop Ijaz, abogado y miembro de HRW, va más lejos cuando señala que "los falsos enfrentamientos son un instrumento de la Policía y los sucesivos gobiernos del país, un instrumento político y policial".

Para el activista, el arresto de Rao es un primer paso hacia la transparencia y una posible reforma policial tras haber provocado un debate nacional acerca de la cultura de asesinatos extra judiciales en todo el país.

"Si una persona es sospechosa de un crimen, debería ser acusada y presentada ante un tribunal", afirmó Ijaz, quien subrayó que "no debería haber licencia para matar".

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