En Venezuela hay 1,905 detenidos considerados como “presos políticos”, 38 más que la semana pasada, cuando se computaron 1.867 personas privadas de libertad...
- 24/04/2014 02:00
- 24/04/2014 02:00
El presidente estadounidense Barack Obama inició ayer en Japón una gira por Asia durante la cual tendrá que hacer malabarismos entre las disputas históricas y geopolíticas regionales que complican las ambiciones de Estados Unidos en la región.
El avión Air Force One aterrizó poco antes de las 19:00 (10:00 GMT) en el aeropuerto de Tokio Haneda, donde fue recibido por responsables japoneses y Caroline Kennedy, embajadora de Estados Unidos en Japón.
Estaba previsto que el mandatario estadounidense cenara con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, con quien mantendrá una cumbre el jueves.
El viernes Obama viajará a Seúl, segunda etapa de la gira que incluye también Malasia y Filipinas.
Durante su gira, Obama tendrá que tranquilizar por un lado a sus aliados asiáticos respecto al compromiso de Estados Unidos, pero sin ofender a China, país que no está dentro del itinerario de la actual gira.
Por otro lado, tendrá que reforzar la relación vital con Japón, teniendo en cuenta la irritación de Pekín o de Corea del Sur.
El sábado pasado, China embargó un buque comercial japonés debido a un diferendo que se remonta a antes de la guerra, provocando la reacción de Japón que advirtió que el incidente ponía en peligro la ‘normalización’ bilateral concluida en 1972.
Las relaciones entre China, importante socio político, comercial y financiero de Estados Unidos y Japón, ‘protegido’ por Washington que dispone allí de 50,000 soldados, son execrables desde hace un año y medio debido a un conflicto territorial en el mar de China oriental. Una disputa que algunos, entre otros en Washington, temen derive en un enfrentamiento.
Son muchos los buques de guerra que patrullan en los alrededores de las islas Sensaku, nombre japonés de este archipiélago sin habitar y reivindicado por Pekín con el nombre de Diaoyu. Y mientras que los dirigentes surcoreanos y japoneses se observan también con recelo, resurge la amenaza nuclear norcoreana: según informaciones surcoreanas, Pyongyang prepararía un cuarto ensayo nuclear.