Todos los autos de la Presidencia

Actualizado
  • 06/07/2009 02:00
Creado
  • 06/07/2009 02:00
PANAMÁ. Ricardo Martinelli se posesionó como presidente de la República hace apenas cinco días. Sus ministros empiezan a entender el “...

PANAMÁ. Ricardo Martinelli se posesionó como presidente de la República hace apenas cinco días. Sus ministros empiezan a entender el “tejemeneje” de la administración pública y qué encuentran o no encuentran en este laberinto que se llama gobierno.

El Ministerio de la Presidencia es el corazón de la Administración Martinelli y desde allí se mira todo. Es una nueva forma de administrar para que el gran cuerpo del gobierno funcione —en teoría— al mismo ritmo y al mismo son. Pero ¿qué ocurre cuando un corazón tiene obstrucciones? La respuesta médica es que nada puede funcionar normal.

Eso es precisamente el dolor de cabeza que hay en el Ministerio de la Presidencia, porque se ha encontrado con un problema: ¡no hay plata!.. y sí muchas cuentas por pagar.

La razón de esta falta de liquidez es que los dineros se comprometieron para complacer caprichos como, por ejemplo, la debilidad por los autos, los que a propósito, se usaban sin la reveladora línea amarilla y sin el distintivo: “Para uso oficial”.

Y es que sólo el Ministerio de la Presidencia tiene 148 autos propios; amén de los otros 68 que se alquilaban para complacer los gustos.

El ex vicepresidente Rubén Arosemena, por ejemplo, tenía asignado seis autos, dos de ellos para su esposa y todos con derecho a usar combustible a costa del erario público.

El presidente Martín Torrijos se transportaba en sus autos blindados, pero otros seis Toyotas Prado se los alquilaba a Budged para sus movimientos. Y el Despacho de la Primera Dama una docena de vehículos.

Reynaldo Rivera dejó de ser ministro a mediados de 2007, pero siguió usando un auto del Estado, con gasolina del Estado, para sus movimientos personales. El Grand Vitara blanco lo entregó a finales de junio cuando terminaba el gobierno.

En total, los autos alquilados a Avis, Budged y Triffty, muerden el presupuesto de la Presidencia en 2.4 millones de dólares, sin contar el combustible adquirido en la empresa Delta.

La nueva administración lucha ahora por bajar las cuentas y ese 2.4 millones, bajarlo por lo menos en un millón. “La idea es que se usen los autos propios”, dijo un funcionario de la Dirección Administrativa del Ministerio de la Presidencia.

Lo peor de todo es que mientras se gastó en autos sin contemplación, las vigencias expiradas (cuentas por cobrar de 2008) recién empiezan a salir. Lea mañana las vigencias expiradas.

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