Un paseo hacia la eternidad

Actualizado
  • 01/10/2009 02:00
Creado
  • 01/10/2009 02:00
PANAMÁ. Al finalizar la eucaristía, el carro bomba del Cuerpo de Bomberos de Panamá, ya estaba listo.

PANAMÁ. Al finalizar la eucaristía, el carro bomba del Cuerpo de Bomberos de Panamá, ya estaba listo.

Afuera cientos de personas aguardaban impacientemente, querían acompañar en su paseo hacia la eternidad, al ex presidente panameño considerado como “el padre de la democracia”.

Ni siquiera el inclemente sol, que no daba tregua, pudo impedir que los panameños participaran del homenaje de despedida a “Cuchungo”, como cariñosamente era conocido el ex presidente. Las personas buscaron la manera de abanicarse, con lo que fuera. Lo importante era estar allí.

A medida que el féretro era conducido al carro bomba aplausos y vítores se escuchaban: ¡Endara, amigo, el pueblo está contigo!, ¡Viva Endara!. Fueron gritos de emoción que inundaron el ambiente. Pañuelos blancos y banderas como recuerdo de la Cruzada Civilista también eran enarbolados por los presentes. La viuda de Endara, caminaba de la mano del presidente Ricardo Martinelli.

Al llegar el ataúd al carro las personas seguían gritando: ¡Viva Endara, viva la democracia, te queremos presidente Endara!. Luego de acomodar el féretro, inició la caravana.

Cientos de personas sin importar condición social ni partido político se sumaron a la caravana del adiós al presidente que restituyó la democracia en el país luego de 21 años de dictadura. En el rostro de los presentes era evidente la tristeza.

Al tiempo que avanzaba el cortejo, más personas se unían. Algunos desde los balcones gritaban “Viva presidente”, ondeando pañuelos y hasta suéteres blancos como un tributo a quien luchó junto al pueblo en las calles.

La caravana siguió, las calles de San Felipe se volvieron más estrechas de lo acostumbrado. El tumulto abarrotaba las calles y aceras. Las personas que iban en carros también emocionadas tocaban las bocinas y sacaban pañuelos.

El homenaje a Endara continuaba, a medida que pasaba el féretro por la Avenida B era aplaudido. En la Plaza 5 de Mayo hubo una nutrida concentración de personas.

En Calle 50 el ambiente se hacía más emotivo, personas vestidas de blanco, con pailas en las manos, banderas, cintillos y objetos que recordaban la Cruzada Civilista, a medida que pasaba el féretro aplaudían y gritaban ¡Viva presidente, lo queremos!.

La lluvia tampoco pudo empañar este homenaje a un patriota. En lugar de disminuir la cantidad de personas en las calles, aumentaba. Lo importante era rendir una merecida despedida a "Pan de dulce" como también era conocido el ex mandatario.

Al llegar a la vía Cincuentenario el presidente de la República Ricardo Martinelli se bajó de su auto y agarrado de la mano de la ex primera dama y del canciller Juan Carlos Varela caminaron hasta Sercresa.

Cientos de personas esperaban el féretro en el campo santo. Los aplausos y los vítores que se escucharon a lo largo de toda la caravana retumbaron con más fuerza.

La ex primera dama agradeció entre llantos el gesto del pueblo panameño. Ana Mae entró a Sercresa minutos más tarde; salió ahogada en llanto, el cuerpo de quien fuera su esposo sería cremado. Le entregaron la bandera que cubría el ataúd. Ella se retiró a su casa. Hoy después de una misa privada las cenizas de su esposo serán depositadas en la Iglesia del Carmen.

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