‘Todo fue una locura’

Actualizado
  • 11/10/2009 02:00
Creado
  • 11/10/2009 02:00
Existen teorías populares que pretenden darle basamentos lógicos al ‘fenómeno Margarita’, o de cómo un reality show pudo modificar la re...

Existen teorías populares que pretenden darle basamentos lógicos al ‘fenómeno Margarita’, o de cómo un reality show pudo modificar la realidad nacional o de cómo o por qué esa niña encarnó a la patria tricolor. La más romántica se centra en los encantos de la niña Henríquez. La definen como un coctel explosivo a base de talento, gracia, humildad, espontaneidad y dulzura. Hasta se le confieren cualidades metafísicas. “Hay personas que tienen lo que se llama como un ángel. Yo pienso que Margarita tuvo eso”, concluye la ex embajadora Olga Golcher.

La otra teoría encierra nacionalismo y gestas del pasado. Se cree que la final del Latin American Idol 2008 se vivió como una batalla a muerte, porque se disputaba contra Costa Rica: único país con el que Panamá protagonizó una guerra dentro de su período republicano. Se llamó La Guerra de Coto y ocurrió entre febrero y marzo de 1921. Como pasó entre otros países limítrofes, se pelearon tierras. Y hay quien sugiere que, 87 años después, los productores del concurso por TV permitieron a estas dos naciones, tan tranquilas y pacíficas, revivir virtualmente esa vieja rencilla que bostezaba aburrida en los libros de historia.

Margarita Henríquez tampoco se explica qué fue lo que pasó. Luce feliz y risueña. Está ocupada en su carrera, promocionando un nuevo sencillo y preparando el lanzamiento de su disco debut llamado Punto de partida , que finalmente sale a finales de este mes, un año después de su victoria en Latin American Idol. Disfruta a pleno todo lo que le está pasando, pero no sabe qué provocó el afán por ella. Siendo juez y parte, describe la “Margaritamanía” como “Impresionante, increíble, loco. Fue una locura, totalmente una locura. Nunca pensé que iba a ser así”.

EL DESPERTAR Y LOS FLASHES DE INCONSCIENCIA

Aislada en su habitación del hotel Blanc Suites en el barrio de Palermo Soho, en Buenos Aires, siempre ocupada en las actividades del concurso, mantuvo poco contacto con Panamá durante esos días y desconocía lo que su voz estaba provocando.

No fue hasta que su madre y su hermano volvieron a la Argentina para la final —nuevamente ayudados por Vivian Fernández de Torrijos, ex primera Dama de la Nación—, que se enteró de los sucesos y la locura desatada por ella en Panamá. “Margarita tú no tienes idea de lo que tú estás haciendo en Panamá. No tienes la menor idea de lo que está sucediendo en Panamá”, dice que le anunció su mamá. Y ya casi aterrizando en Panamá en el avión presidencial y luego de la victoria, recibió otra advertencia maternal que la estremeció: “Prepárate Margarita, porque lo que viene es fuerte”.

Lo que se vino fue una caravana capitalina y luego otra nacional; una seguidilla vertiginosa de conciertos, entrevistas, autógrafos, abrazos, besos y otras demostraciones de cariño. “Hubo momentos en que estaba dormida en mi casa y la gente entraba como pudiesen y se tomaban fotos conmigo dormida”, cuenta, abriendo muy grande los ojos y llevando sus dos manos a la cara.

LOS NÚMEROS NO ENGAÑAN

Si bien hay cosas del corazón que la razón no entiende, hay fenómenos que, aunque extraordinarios y sorprendentes, la mercadotecnia moderna puede prever.

El año 2008 fue el primer año en que Latin American Idol hizo audiciones en Panamá. En las ediciones de 2006 y 2007 solo se habían hecho audiciones en Argentina, México, Colombia y Venezuela. La otra novedad fue que se firmaron contratos para que otros canales latinoamericanos, fuera de Sony Entertainment Television, transmitieran la temporada, y entre ellos estaba la señal panameña de TV Max, perteneciente a la empresa Televisora Nacional S.A.

El interés por el país centroamericano no fue producto de la casualidad. Una fuente panameña cercana a la producción del programa dice que en una fiesta con miembros del jurado y productores escuchó que el idilio con Panamá se habría iniciado años atrás, cuando el gran atractivo del país se reveló gracias a un estudio de mercado que indicaba que un 39% de los televidentes panameños había visto las ediciones 2006 y 2007 de Latin American Idol, un porcentaje alto considerando que no hubo concursantes de Panamá dentro del show en esos años. También se sabía que eran populares los concursos de canto locales, como “Vive la música”, que va por el canal panameño TVN Canal 2 , señal original de Televisora Nacional S.A., cuyo formato es parecido al de Latin American Idol.

Aunque se habían presentado a las audiciones anteriores, los candidatos panameños nunca habían podido entrar al concurso. Pero el año 2008 los empresarios de Latin American Idol abrieron audiciones en Panamá y cinco cantantes lo lograron. Lo impensable pareció estar al alcance de todos. Tres de esos cinco panameños entraron a la ronda final: Manuel Araúz, Ann Loraine Lanier y, en efecto, Margarita Henríquez; ese ángel vengador de larga cabellera que, capítulo a capítulo, fue despertando en sus compatriotas emociones oxidadas.

Cada noche, de junio a octubre de 2008, los panameños encendieron el televisor esperando que esa niña estuviera en la pantalla. “Era su voz.. Es que Margarita era su voz”, dice la embajadora Olga Golcher. “Ella era la mejor. Siempre lo pensé, que era la mejor de todos”, insiste Vivian de Torrijos, la ex primera dama. “Debemos estar orgullosos de ser panameños y de la demostración que Margarita hace internacionalmente, espero que todos la apoyemos”, fue lo que dijo el ex presidente Martín Torrijos días antes de la gran victoria. “Si nos ponemos las pilas, podemos ganar”, fue lo que pensó, ni bien la escuchó cantar, Zoila Muñoz, esa panameña de 45 años que trabaja como aseadora de un salón de belleza y que envió 90 chats en favor de Margarita. Y esa misma certeza atravesó el corazón de otras madres, de miles de chicos y chicas, de ingenieros, abogados y médicos que ahora tiemblan de ansiedad, cual adicto con resaca de triunfo, y no entienden cómo este año no hubo audiciones en Panamá, sino en Costa Rica, y no entró un solo panameño por quien mandar un chat a la versión 2009 de Latin American Idol.

Pero se mantienen alertas, porque la oportunidad quizá vuelva por estas tierras y podrán así desenfundar sus celulares una vez más e invertir hasta el dinero que no tienen con tal de defender el título, el honor y la gloria.

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