“Desertores” encuentran una nueva oportunidad

PANAMÁ. A Pacífico López la alegría se le desbordaba en la mirada.

Con 17 años, López se graduó ayer como primer puesto de honor entre 86 jóvenes que por diversos motivos desertaron de la escuela regular y el Ministerio de Desarrollo Social a través del Centro para la Formación y Desarrollo de Adolescentes (Cefodea) los rescató del ocio y los capacitó en carreras técnicas.

“Creo que todos somos los mejores, sólo hay que poner de su parte y salir adelante”, expresa López con un poco de timidez antes de recibir su diploma.

Antes de llegar al taller de Cefodea ubicado detrás de la cárcel de Tinajitas en San Miguelito a Pacífico no le fue bien en su primer año de secundaria “me quedé”, nos comenta; sin embargo, no se quedó de brazos cruzados sino que se fue a trabajar como ayudante de soldadura con un tío.

La directora del centro, Digna Palacios dijo que Pacífico asimiló muy bien el taller de soldadura que tomó durante los meses de abril y diciembre de este año, gracias al conocimiento que ya tenía, pero ahora él aspira a otro oficio: “el año que viene si Dios quiere me meto a policía”, dice orgulloso el muchacho oriundo de “La Turín”, un barrio ubicado en Samaria, donde la violencia y la delincuencia empaña las historias agradables como la de López.

Esta fue la graduación número 21 del centro que cuenta con 8 talleres y que con el mismo calendario escolar dicta clases para desertores como cocina, belleza, ebanistería y soldadura.

La directora explica que la idea es lograr que estos jóvenes tengan esperanza de laborar y no se queden proclives a los malos pasos.

Anualmente, esta capacitación gratuita que se da desde 1997 tiene un presupuesto de 35 mil dólares y pueden entrar desde los 15 a los 17 años. Para ingresar es necesario el certificado de nacimiento, el último boletín y créditos.