Taxistas en carrera contra el tiempo

PANAMÁ. Las matemáticas no cuadran para los conductores de taxis. A partir de hoy tienen exactamente once días de plazo para pintar sus unidades de color amarillo desde que se estableció la unificación del color en el año 2006.

Aunque las autoridades aseguran que en el interior del país se cumplió en un 95%, en la ciudad donde hay registrados 29,953 taxis hay sólo 14,200 de ellos cumpliendo con la norma y el resto 15,753 está en espera de un milagro.

César Zapata, jefe de la dirección del Servicio de Control Vehicular de la Autoridad de Tránsito (ATTT), quien suministró las cifras, admite que “el problema ha sido en la ciudad”.

Y en medio del contratiempo, los taxistas hicieron un acuerdo con al menos 10 talleres de chapistería de la ciudad, el jueves pasado para pintar con un proceso sencillo y rápido por el precio de $450.

Aún así las cuentas no salen. Significaría que para cumplir cada uno de los 10 talleres debería pintar 143 carros por día, pero Omar López del Taller López & López asegura que al menos en su taller hay capacidad para pintar de 3 a 4 autos por día.

“Se trata de una pintura a puerta cerrada, es decir lo más básico. Sólo se va a lijar y pintar”, expresó López. “No vamos a reparar golpes ni se pintarán bordes y cobraremos al contado”, dijo.

La propuesta fue aceptada por los taxistas. Rafael Reyes enrepresentación del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte de Taxi sostiene que esperan cumplir así con la última prórroga que se estableció. Pero el diputado, Marcos González, presidente de la Comisión de Transporte de la Asamblea Nacional dice que se trata de un proceso imposible, en los días que quedan del año.

Jorge Ricardo Fábrega, director encargado de la ATTT ratifica que “no hay más prórroga”, pero que no van a “corretear a nadie”, simplemente el que no está de color amarillo al 31 de diciembre “no puede circular”. Fábrega espera que con la alternativa de empapelar y el acuerdo con los talleres se cumpla, aunque recomienda a los transportistas que no lleguen a cumplir, a que vuelvan a circular sólo cuando hayan vestido sus carros de amarillo.