Espiral de violencia en Coclé

COCLÉ. El 10 de septiembre de 2009 ejecutaron con cinco impactos de bala a Arnulfo Gutiérrez Fonseca, en la comunidad del Jaguito, de Antón.

Con este suceso se inició una escalada de hechos violentos en la provincia de Coclé, que por los móviles, se presume que guardan relación con el narcotráfico.

Nueve días después el (19 de septiembre) el cuerpo de Agustina Ayarza Salazar, oriunda de Chame, fue hallada en la comunidad de Las Guías de Oriente, vía a la playa de La Pacora. La joven de 23 años de edad, tenía tres impactos de bala, uno en la cabeza y dos en el hombro izquierdo.

Agustina dejó tres niños huérfanos entre cinco y un año.

La Fiscalía Superior de Coclé, informó que Juan Carlos Chávez, residente en Santiago, de Veraguas recibió (el 28 de octubre de 2009) un disparo en el pecho desde un vehículo en marcha, mientras se encontraba en el minisúper Betsy.

Gabriel Mojica Chérigo, la madrugada del 6 de diciembre de 2009, fue encontrado sin vida, a causa de heridas con arma de fuego en el tórax.

Mojica Chérigo, residente en Chilibre, provincia de Panamá, conducía un camión, que en su interior se descubrió un alijo de drogas.

Y para poner la cereza en el postre de la escalada de muertes violentas, cuatro trabajadores jóvenes, cuyas edades oscilaban entre los 17 años y 39 años fueron hallados sin vida, en un canal del sistema de riego en la Bocatoma de El Caño distrito de Natá.

Ellos vivían en la comunidad de El Coco de Aguadulce en el corregimiento de Barrios Unidos.

Eric Ramos González, de 23 años; José Gil Camargo, de 17 años; Miguel Ángel Ramos González, de 19 años y Cristino Rodríguez Cruz, de 39 años, fueron las víctimas esta vez.

Estaban atados de las muñecas a los tobillos, en estado de desnudez. Todos laboraban en una finca privada del sector. El lugar de su muerte, la Bocatoma es un paraje solitario rodeado de parcelas de arroz.

El fiscal Samuel Quintero indicó que la muerte fue por ahogamiento.

Por el momento el fiscal Superior de Coclé, Samuel Quintero, informó que el hecho no guarda relación con otros eventos ocurridos en el país, de acuerdo a las investigaciones realizadas hasta el momento.

Quintero dijo que este tipo de hecho no suele ocurrir en Coclé, ésto sale de los hechos violentos comunes que pasan en la provincia.

Añadió que tenemos cuatro personas fallecidas, que no tenían impactos de bala, ni heridas punzocortantes, lo que indica claramente que fue un modus operandi totalmente distinto a los hechos que investigamos acá.

Según los investigadores de este tipo de delito existe la probabilidad de que haya nexos con el narcotráfico. Pero aún falta verificar datos, evidencias, análisis, antecedentes y más apoyo de la sociedad civil.

Para Francisco Justiniani, subcomisionado en Reserva de la Policía Nacional, una de las razones del aumento de la violencia en Coclé se debe a que las autoridades solo se han concentrado en las provincias de Panamá, Chiriquí y Colón, donde todo los días se registran crímenes y se han olvidado del interior de la República.

Indica Justiniani que los estamentos de seguridad deben estar pendientes que los pandilleros de la capital no invadan el interior y los jóvenes interioranos que emigran a la capital no sean presa de estas gente. “El auge turístico y el desarrollo traen estos problemas por el movimiento económico”, aseguró. Mencionó que Coclé tiene costas que facilitan la llegada por vía marítima y donde ha aumentado el consumo de alcohol, situación que aumenta la violencia.

Las autoridades de la provincia de Coclé, el gobernador Julio Pinzón y el alcalde Carlos Jaén, prefirieron guardar sileción al respecto.