La democracia se perfecciona con el debate ideológico

Una de las mayores críticas que ha recibido el Gobierno de Ricardo Martinelli es la falta de tolerancia frente a cuestionamientos adversos, lo que, a opinión de muchos, está llevando al país a delicadas posturas antagónicas.

Para los hermanos Carlos y Héctor Zavala, la democracia requiere un trabajo y esfuerzo diario, ya que la intolerancia se ve en cada esquina. Carlos sustenta que “debe haber un arcoíris de manifestaciones políticas e ideológicas para mantener el equilibrio social”.

En democracia, añadió, tiene que haber espacio para sectores de derecha y de izquierda, ya que serán estos grupos los que garanticen que cuando uno llegue al poder el otro le apuntale para que corrijan el rumbo, si es que se observan fallas o se producen fisuras.

“El problema es que muchos izquierdistas han sido oportunistas y han bailado al mejor postor”, llegando a vivir de la cuota obrero patronal, expresó. Aunque esa es una de las críticas más fuertes que hace Carlos, defiende la gama de criterios ideológicos y el respeto a los mismos, porque “lo que no se puede hacer es irrespetar a una persona por sus convicciones políticas, porque allí comienza el deterioro de la democracia.

A nadie se le puede perseguir por sus convicciones ideológicas, porque no hay cárcel en el mundo que pueda sujetar un pensamiento y mucho menos una idea”. El jurista Héctor Zavala, agregó por su parte, que la democracia se cimenta sobre la confrontación de ideas, “y mientras más confrontación se dé, menos violencia habrá en las calles”.