Lucy Jaén vivirá para siempre

Actualizado
  • 28/10/2011 02:00
Creado
  • 28/10/2011 02:00
PANAMÁ. ‘Se nos va la vida y esa es la verdad, que los años pasan y no vuelven más’. Con el coro de este alegre tamborito y con dolor en...

PANAMÁ. ‘Se nos va la vida y esa es la verdad, que los años pasan y no vuelven más’. Con el coro de este alegre tamborito y con dolor en el alma amaneció ayer Panamá, en especial el pueblo de Santo Domingo de Las Tablas, por el fallecimiento de la folclorista Lucy Jaén.

Oriunda de la provincia de Los Santos, doña Lucy murió a los 83 años ayer jueves 27 de octubre, en Panamá, tras padecer del corazón desde el año pasado.

Sus restos serán trasladados hoy a su tierra natal para el sepelio, mañana sábado 29 de octubre, a las 10:00 a.m. en la iglesia de Santo Domingo de Las Tablas.

SU LEGADO

Lucila Aura Jaén Córdoba o ‘Lucy Jaén’ —como se le conoce— dejó un legado de cultura y folclor en cada uno de sus discos y un grato recuerdo en el corazón de quienes la conocieron y compartieron con ella.

Por su humildad, su sencillez y su sin igual voz supo ganarse un sitial entre los grandes exponentes del folclor panameño.

Para Dagoberto ‘Yin’ Carrizo, Lucy fue una gran amiga y una gran compañera. ‘Nos ha dejado parte de su vida: el canto y la saloma de sus tamboritos. Y nosotros, en vez de estar llorando tristes por la pérdida, debemos estar cantando y oyendo su música alegre’, comparte el acordeonista que compartió y cantó con ella .

Asimismo, Osvaldo Ayala la recuerda como una persona a la que le gustaba participar en las actividades folclóricas. ‘Hace poco estuvo en un evento que yo realicé y pude conversar con ella’, cuenta Ayala recalcando que ‘es una gran pérdida. Lucy era un ícono del folclor’.

Rigoberto Amaya añade que ‘La Faraona’ era una verdadera joya de la tradición nacional y una excelente persona.

FOLCLORISTA COTIZADA

Durante más de 74 años, Jaén llevó la bandera del folclor y las tradiciones panameñas a todos los rincones del mundo. Demostró su afinidad por el canto y la saloma a temprana edad. A los 8 años ya cantaba en las fiestas patronales del interior y a los 18 se convirtió en cantante profesional, una de las más cotizadas, cuenta la folclorista Vianet Chavéz.

Pero para Lucy este logro no fue tan fácil. En una entrevista reciente reconoció que para triunfar hay que tener mucha influencia con las publicitarias, porque ‘te levantan aunque no cantes nada, y por más bonito que cantes si no tienes quién te impulse no alcanzarás el éxito’. Un privilegio que, aseguró, no saboreó; tuvo que esforzarse y por sus propios méritos logró ser nominada para el Grammy 2011 y reconocida por su pueblo como la ‘Faraona del tamborito’.

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