Turistas pasean por Canal de Panamá en el barco centenario de Al Capone

Actualizado
  • 19/04/2012 19:33
Creado
  • 19/04/2012 19:33
Unos 270 barcos pasan cada semana por el Canal de Panamá, pero ninguno es más antiguo ni tiene tantos secretos como el centenario "Isla ...

Unos 270 barcos pasan cada semana por el Canal de Panamá, pero ninguno es más antiguo ni tiene tantos secretos como el centenario "Isla Morada", usado por el mafioso estadounidense Al Capone para el contrabando de licor a inicios del siglo XX.

Bajo los primeros rayos de sol, un centenar de turistas se apresta a conocer la vía interoceánica, "pero no desde cualquier barco", les advierte el guía mientras se untan protector solar o buscan un refresco antes de zarpar, en la carretera elevada de la capital.

"Desde hace un año quería conocer el Canal. Lo que no sabía era que lo iba a pasar en el barco de Al Capone", comenta emocionada a AFP la mexicana Beatriz Hernández."Es una sensación distinta", añade su esposo Alberto Segundo, mientras apuraba una cerveza. El calor aprieta.

Durante el recorrido, que cuesta 165 dólares el total de los 80 km y 115 dólares la mitad de la vía, los turistas fotografían cuanta embarcación o ave divisan.

En las esclusas de Miraflores nadie quiere perderse la foto con la gigantesca estructura a sus espaldas.

La brisa marina, una exuberante vegetación y los rastros de las obras de ampliación del Canal -por donde ha pasado más de un millón de barcos desde que fue inaugurado en 1914-, reciben a los turistas.Captando aún más su atención, el guía les anuncia cuando se está por pasar a la altura de la cárcel de El Renacer, donde está el anciano ex dictador Manuel Noriega.

De 94 toneladas de peso y 96 metros de eslora, el "Isla Morada", una embarcación de madera fabricada en la costa este de Estados Unidos, comenzó a navegar en marzo de 1912 bajo el nombre de "Santana".

Tenía cinco recámaras de lujo, un fastuoso comedor revestido de caoba, una biblioteca y acogía a una tripulación de siete marineros, cuando fue adquirida por Alphonse Gabriel Capone (1899-1947), el famoso Al Capone.

Este estadounidense de origen italiano fue el gánster más sanguinario de Chicago en los años 1920, al librar guerra sin cuartel con otras mafias por el tráfico de licor, prohibido entonces por la Ley Seca.

"Fue usado para contrabandear ron y whisky desde República Dominicana y Cuba a una Isla en Cayo Hueso (Florida, sureste de Estados Unidos) cuya arena era púrpura, de ahí su nuevo nombre: "Isla Morada". Ningún otro barco ha pasado tanto por el Canal. Es el más antiguo que pasa semanalmente", explica a la AFP el guía, Juan Carlos Villareal.

Tras ser decomisado al caer Al Capone, el barco fue usado por la marina estadounidense en la Segunda Guerra Mundial; llegó en los años 1960 a Panamá, sirvió de hotel flotante para pesca deportiva y luego en rutas locales, hasta que fue adquirido por la empresa Canal and Bay Tours, que lo opera de tres a cuatro veces por semana.

El barco tiene tres pisos. En el primero, cuadros, lámparas de pared y unas mesas de madera decoran un rústico restaurante; en cubierta están las sillas, y en el tercero el material de salvamento y una pequeña cabina de mandos.

En cubierta, Gloria de Alexander vende recuerdos, como camisetas o gorras con símbolos panameños.

"Lo que más compran es el mapa del Canal con su historia", afirma."Cuando uno sube siente que es parte de una historia que muchos conocemos del cine. Estar aquí me emociona. Imagino qué tanto pudieron hacer en este barco", dice Vanesa López, una joven de 21 años que ordena y chequea la entrada y salida de pasajeros.Según los promotores, estrellas de Hollywood, como Steve McQueen, John Wayne, Errol Flynn y James Garner, también disfrutaron en algún momento de la embarcación.

"No es común que uno vaya en un barco de 100 años", exclama Rodney, de Arizona (suroeste de Estados Unidos), mientras su esposa Gret elucubra sobre el gánster: "Sin Ley Seca o prohibición en Estados Unidos, Al Capone y la mafia no hubieran avanzado tanto", apunta.

A Manuel Rivera, un ingeniero ecuatoriano enamorado del Canal, le "molesta que se le dé tanta importancia a Al Capone".

"Era un malvado y ya murió", sentencia.El panameño Rodolfo Lam, quien guía a los capitanes mientras los barcos atraviesan el Canal, lanza serio su reflexión: "Los países están llenos de Al Capones".

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