La laguna que será un parque

DAVID. La tina de oxidación de las aguas negras del distrito de David, ubicada en la urbanización Villa Mercedes, se convertirá en un parque ecológico. Así piensa Gabriel Botero, ingeniero sanitario.

Botero señala que el proyecto nace de la necesidad de tratar los desechos líquidos, que representan un problema de salud pública al generar malos olores y servir de hábitat para el Aedes aegypti.

Botero sostiene que hasta hace unos meses, en ese sitio los camiones descargaban xxx sin ningún tipo de control; ahora, con la intervención del Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible (Conades)—una entidad adscrita a la Presidencia de la República— se ejecuta un programa básico de saneamiento ambiental en el lugar.

El especialista detalla que la laguna de oxidación está ubicada en una extensión de 400 metros de largo por 110 de ancho, sobre una superficie de 4.1 hectáreas.

‘El agua es tratada por un proceso biológico para que los microorganismos depuren, descompongan y mineralicen los componentes del agua’.

Botero afirma que el proyecto registra un avance del 50%. ‘A la fecha se ha logrado el mantenimiento de la fauna silvestre y se ha llevado especies como lagartos y tortugas depuradoras’.

El ingeniero adelanta que el proyecto contempla la siembra de alevines (peces) y se prevé que dentro de seis meses estará habilitado para que se realicen recorridos en pequeñas embarcaciones.

‘Por el momento se arregla la cerca perimetral y se espera la construcción de otras infraestructuras para luego entrar en una etapa de mantenimiento, socialización y educación. Al final queremos un espacio ecológico para que los estudiantes realicen estudios’, explica Botero.

Según Orlando Moreno, director regional del Conades, la obra —que tiene un costo de un millón y medio de dólares— será administrada por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales.

En esta laguna se vierten mil 800 galones de aguas residuales al día que son pasados por una planta de tratamiento que fue instalada hace 60 días.

Raisa Banfield, ambientalista, plantea que estas lagunas no representan peligro para la población, siempre y cuando se cumpla con los procesos de oxidación. ‘En Ciudad del Saber tenemos una que funciona muy bien’, concluyó.