El planeta que queremos

A menudo escucho el debate sobre cuan ‘desarrollado’ está Panamá. En un planeta de 7 billones de habitantes, donde el 20% de los países se considera desarrollado y el otro 80% en vías de desarrollo, lo que a mí me viene a la cabeza es, ¿quién y cómo alimentaremos a toda esa gente?

Según cifras conservadoras, ese 20% de países que ya han alcanzado el soñado desarrollo utilizan para mantener su estilo de vida el 75% de los recursos naturales del planeta. Eso nos deja al resto apenas el 25% de los recursos.

El tema que se debate desde la Cumbre de Río de 1992 es el de ‘sostenibilidad’, un concepto teórico para la gran mayoría. ¿Cómo podemos vivir con los recursos que tenemos de forma permanente? En este momento eso es un sueño utópico muy lejano. Al ritmo que vamos en 2035 tendremos 8 billones de habitantes. Todos los desperdicios y contaminantes que produzcamos nos acompañarán siempre a menos que sean biodegradables, y los recursos naturales que necesitamos, agua, oxígeno, alimento, albergue, son limitados.

Billones de dólares se invierten en guerras y consumismo desmedido. Millones mueren de hambre y otros tantos de sed y lograr el balance entre ricos y pobres, entre uso y abuso, no parece ser un logro cercano.

En tanto cada uno de nosotros no tomemos responsabilidad de lo que a cada uno le toca hacer y no hacer, seguiremos encaminados a un destino no muy grato. Nos toca hacer un genuino esfuerzo por cambiar hábitos, nuestro estilo de vida y poner en práctica una vida sostenible, considerando cómo vivimos, qué compramos y qué desechamos.

Hay que dejar de compararse con los peores o con los que no hacen nada y ponerse en acción. Asegúrate que en 30 años, cuando tus hijos te pregunten qué hiciste para velar por su futuro y el de sus hijos, tengas una buena respuesta.

AMBIENTALISTA