Navarro cierra brechas internas

PANAMÁ. Una hora y media de diálogo a puertas cerradas bastó para un acuerdo: poner un punto final a las disputas internas en el PRD. La fecha: el miércoles último, por la tarde. El lugar: la oficina del candidato presidencial perredista, Juan Carlos Navarro. Los protagonistas: él, y dos figuras icónicas de la ‘vieja guardia’, Mitchell Doens y Francisco Sánchez Cárdenas.

Navarro se citó con Doens y Sánchez Cárdenas justo después de la jornada ‘Rumbo a la victoria’ en la que alineó a otros íconos del partido. Doens dice haber accedido al encuentro sólo después de haber escuchado cómo el candidato presidencial de su partido se paraba al oficialismo.

‘Parece que hay discursos y propuestas de proyectos paralelos al gobierno de Ricardo Martinelli’, asegura Doens.

En el encuentro participó, además, el exministro de Obras Públicas Luis Blanco, y el exasesor presidencial Rafael Mezquita.

LA CONVERSA

El encuentro comenzó a las dos de la tarde. Navarro habló. Pidió una tregua: las críticas que tanto Doens como Sánchez Cárdenas lanzaban hace pocas semanas estaba haciendo mella en su solidez como candidato presidencial.

Si bien, ninguno de los dos tiene cuadros que los siguen, y la mayor parte de la ‘vieja guardia’ ya había cedido a Navarro, sus cuestionamientos y proyecciones de que el partido, tarde que temprano, debía analizar la posibilidad de otra figura, habrían contribuido a la caída del PRD en las encuestas.

La ‘herida’ más profunda sobre la cual tuvieron que trabajar fue la de la reunión secreta y casual entre Navarro y el presidente Ricardo Martinelli, el 15 de agosto último, en la oficina del empresario Mayor Alfredo Alemán.

‘Navarro necesita apoyo de la membresía’, argumenta, después, Doens.

En la cita, Navarro y los disidentes del PRD concordaron en que el partido debía seguir con el discurso del domingo, de ‘fuerte oposición’, con fraguar ‘alianzas con fuerzas sociales’, con fortalecer y participar del Frente por la Democracia —en el que también está el Partido Popular y el Panameñista—, y que de ganar, deberían impulsarse investigaciones por los supuestos sobrecostos en los megaproyectos del gobierno de Martinelli y promoverse cambios constitucionales.

La reunión también sirvió para evaluar el torbellino que ha levantado el asesinato de Juan Ramón Messina, esposo de la candidata a diputada Kathiuska Ramos, y de las acusaciones sobre el diputado Raúl Pineda.

Doens explicó, recordando a Navarro, que el Partido Revolucionario Democrático no procesaría al diputado Pineda por este escándalo. (Lea: Argumentos del PRD)