La sangre derramada

‘Muchísima gente que defendió la invasión no tiene idea del porqué de la invasión. Siguen creyendo que era un problema de Noriega, un problema de falta de libertad. Creo que la gente, pensando que ese era el problema, avalaron la invasión. Nadie dice que la pidió, pero sí avalaron, aplaudieron y favorecieron la invasión. Mucha gente que hoy siente vergüenza de haberlo hecho. Porque muchísima gente sabe que eso fue una desgracia. Porque cientos o miles de panameños fallecieron por la creencia de que eso iba a traer la solución de todos los problemas. Aquí murieron muchos. Cuantos tú quieras. ¿Quieres 500? ¿Quieres 5 mil? Los que tú quieras. Aquí hubo sangre panameña derramada por los EE. UU. Fueron las bombas y las balas de EE. UU. Los que mataron a esa gente. No fueron las balas de las Fuerzas de Defensa. Independientemente de que aquí no había democracia ni derechos humanos. ¿Eso justificaba que vinieran y nos atacaran? Podíamos encontrar una solución entre los panameños’, señala el exmilitar.