“El Black Power” y su influencia en Panamá

Actualizado
  • 24/05/2015 02:00
Creado
  • 24/05/2015 02:00
En las décadas de 1910-20, la mayoría de los obreros de la United Fruit Co. eran afroantillanos.

En 1969 realizaba un trabajo de investigación entre los trabajadores de la empresa bananera de la United Fruit Co., en Changuinola, cuando todavía era un enclave en la provincia de Bocas del Toro.

Durante una de las entrevistas con un empleado de oficina de ascendencia afroantillana, muy próximo a la edad de jubilación, éste comenzó a hablar de su niñez y juventud. Uno de los temas que me llamó la atención fue su referencia a Marcus Garvey, dirigente popular de origen jamaicano y uno de los principales antecedentes del movimiento de la década de 1960, el Black Power, de Malcom X y otros como Eldrige Cleaver.

MEMORIA FRAGMENTADA

Según sus recuerdos, siendo muy niño pudo observar cómo los empleados afroantillanos de la compañía, viviendo en Changuinola, se mostraban ansiosos y partían en masa hacia el puerto de Almirante cuando recibían el aviso de la llegada del barco ‘The Black Star Line'.

Esta fue una línea naviera virtual que creara Garvey y que debía llevar a sus seguidores de vuelta al África. De acuerdo con el informante, esta experiencia en la que los obreros dejaban sus trabajos ocurrió en varias ocasiones, con sus secuelas de frustraciones. Parece claro que el logo de la supuesta compañía de Garvey tenía como referente antitético el de ‘The White Star Line', de la compañía bananera United Fruit Co., la cual ya proyectaba una imagen de exclusivismo y claramente de racismo. Garvey proponía un retorno al África como fórmula de liberación del estado de explotación del negro en América tanto del norte como en el Caribe.

LAS ACCIONES DE GARVEY

En las décadas de 1910-20, la mayoría de los obreros de la United Fruit Co. eran afroantillanos. Garvey, quien trabajó como editor en Nueva York, desarrolló una campaña precisamente en el Caribe afro, particularmente anglófono, que incluyó varias veces visitas a Almirante, Limón y Colón, los dos primeros puertos de la compañía bananera, en Bocas del Toro y Costa Rica, respectivamente.

En estas presentaciones realizaba conferencias públicas, interpretadas como radicales por el sistema, hasta el punto de que en la Zona del Canal se le prohibió la entrada y se promovió que los obreros afroantillanos vivieran preferiblemente en los límites de la misma.

En aquel momento, mi interés estaba lejos del tema de Garvey y se mantuvo como una información pendiente que merecía un investigación más consistente, pero que en ese momento no podía emprender. Sobre todo porque para entonces, desconocía precisamente mucho de los procesos sociales y culturales de la comunidad afroantillana, y particularmente su relación con un personaje del que apenas se hablaba en la literatura histórica.

WEST SIDE PARS

Durante mis investigaciones sobre los gunas y la rebelión de 1925, pude encontrar en La Estrella de Panamá en su versión en lengua inglesa The Star and Herald , para las ciudades de Panamá, Colón, y probablemente Changuinola y la isla Colón, información sobre la vida cotidiana, intelectual y política de la comunidad afroantillana, particularmente la columna ‘West Side Pars'.

Fue en esta y otras columnas que pude confirmar la presencia de Marcus Garvey en ciudades mencionadas de Panamá, Almirante, Bocas del Toro y Colón como también en Limón, en la vecina Costa Rica. La columna ‘ West Side Pars' presentaba glosas sobre personas o eventos, a partir de los cuales es posible a veces reconstruir el itinerario de personajes o hechos mismos. Fue también reflejo de las controversias ideológicas entre los intelectuales afroantillanos que se adherían a las distintas posiciones del momento, generadas en los Estados Unidos, principalmente.

Lo contrastante es que sólo en las páginas en inglés se daba información sobre estos acontecimientos, mientras que en las páginas en español son raras, o casi inexistentes, las referencias sobre la comunidad afroantillana, y mucho menos sobre la presencia de un personaje cuyo discurso quedaba literalmente al margen de las preocupaciones de la sociedad panameña en ese entonces.

Es probable que para un grupo que se consideraba extranjero y temporal, tales temas merecían apenas una atención marginal.

UNA EXPERIENCIA DE INTOLERANCIA

Cualquiera que desconozca la historia al respecto puede sorprenderse, pero debe recordarse que la población afroantillana era apenas tolerada tanto por su condición racial como por su cultura y religiones distintas.

La tolerancia se relacionó a su papel en la obra del canal, primero, y luego como consumidores conspicuos de los servicios de vivienda en casas de madera, compra de alimentos y otros que brindaba una clase comercial y política frustrada por los vacíos que dejara el tratado del canal.

Más importante aún, para el caso panameño, reflejó un momento histórico que fue ignorado por la elite panameña, aunque no está claro si fue ex profeso o por una simple percepción de un tema que en apariencia no se sentía como parte de la realidad del país.

Aunque esto no es del todo cierto, pues alrededor de 1920 Eusebio A. Morales, líder intelectual del liberalismo bajo la figura del Presidente Porras, planteaba ya el problema de la potencial permanencia de los negros y sus posibles efectos en la cultura nacional y en la composición racial de la población.

Se sabe que un acuerdo previo con Panamá para su arribo como mano de obra en el canal fue su repatriación tan pronto terminaran los trabajos. Esto ocurrió solo parcialmente.

LA INVISIBILIDAD DEL ANTILLANO

Lo cierto es que para el resto de la población del país pasó desapercibido y su registro en la historia oficial panameña totalmente excluida.

Preguntarse el por qué, pareciera tener una respuesta obvia. La población afroantillana era invisible en las relaciones sociales con el resto del país. O, al menos, así lo quiso considerar la élite panameña hasta cuando se hizo evidente su presencia, y se convirtió en un cliente de consumo político y de bienes, pero también un personaje en la cotidianidad urbana extraño a una cultura hispano hablante y católica que enfrentaba los sinsabores del protectorado norteamericano, generando así un nacionalismo que asumió elementos de racismo preexistentes pero ahora magnificados.

Esta postura contradictoria tuvo manifestaciones propias del pragmatismo del político nacional. Al adquirir ciudadanía fue objeto de los requerimientos de los partidos políticos, mientras que su creciente poder adquisitivo como obrero dentro de la zona del canal lo hizo sujeto del cortejo de los comerciantes de las ciudades de Panamá y Colón.

LA UNIA

El movimiento que promovió Marcus Garvey tendría una amplia repercusión entre los grupos negros de Estados Unidos, las islas de la Antillas, el Caribe negro de Centroamérica y hasta en África.

Garvey creó la Asociación Universal para el Mejoramiento del Hombre Negro (UNIA, en inglés). En su momento fue el centro de controversia dentro de las distintas corrientes del pensamiento negro, particularmente en los Estados Unidos; pero también en toda la región del Caribe ha sido interpretado históricamente desde distintos ángulos y desde posiciones antagónicas. Se le considera un antecedente del movimiento Rastafari, que considera entre sus objetivos volver al África, pero al África de Haile Selassie, emperador de Etiopía, el referente simbólico de un origen mítico de la población africana.

EL CONTEXTO HISTÓRICO DE GARVEY

Las propuestas de Garvey, o Garveyismo, impulsaron movimientos sociales que tienden a ser interpretados como radicales, pues cayeron en tierra abonada por el inicio de las crisis de la post guerra y que también en Panamá adquirió importancia precisamente porque durante ese periodo quedó una fuerza de trabajo sin oportunidades, excepto en los enclaves de la United Fruit Co.

La receptividad de la idea de la vuelta al África, dice mucho de las crisis que se manifestaba en esta población.

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‘ La población afroantillana era invisible en las relaciones sociales con el resto del país'.

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