El río Juan Díaz es un “cuello de botella”

Las construcciones que se extienden a lo largo del Corredor Sur han convertido al río Juan Díaz en un ‘cuello de botella' que impide el flujo natural del agua.

Este es parte del diagnóstico de un equipo de expertos holandeses que estudia el origen de las inundaciones en el área este del distrito capital, especialmente en el corregimiento de Juan Díaz.

El informe pone énfasis en los rellenos construidos como parte del desarrollo urbanístico. ‘Una de las consecuencias de rellenar las áreas abiertas es que se reduce el espacio de acumulación del agua, lo que produce las inundaciones en las zonas urbanas cercanas', señala el documento.

El equipo holandés se reunió con empresarios, autoridades y residentes afectados por las constantes inundaciones y luego realizó un recorrido por los ríos Juan Díaz, Tocumen y Pacora.

Para solucionar los problemas, los gobiernos han ido adoptando medidas como revestir los ríos de hormigón o construir alcantarillas o canales, pero estas se han convertido en parte del problemas. ‘Estas medidas son en su mayoría reactivas y no forman parte de un plan de intervención programado sobre la base de un entendimiento del sistema de agua completo', señala el informe.

El documento también hace referencia a la acumulación de basura en los cauces.

‘Aunque en muchos casos la recolección de basura es insuficiente y los residuos sólidos terminan en los ríos, esta parece no ser la única y principal causa de las inundaciones', recalca el documento.

Raisa Banfield, vicealcaldesa de la capital, cuestionó que los gobiernos hayan permitido el desarrollo urbanístico de una zona que en el Plan Metropolitano era considerada área no desarrollable. ‘Lo mejor que pueden hacer los empresarios es trabajar de manera ordenada, para asegurar el futuro de sus inversiones', dijo.

Hoy habrá una reunión para analizar las recomendaciones de los holandeses.

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TAREAS DE LAS AUTORIDADES

El informe de los holandeses plantea varias recomendaciones.

Los sistemas de drenaje deben mantenerse apropiadamente para asegurar la capacidad de descarga.

Establecer nuevas regulaciones, normas y estándares para la gestión del riesgo de inundación.