Cuando Portobelo se va de fiesta

Es Carnaval, y es Portobelo, intentando mantener su herencia cultural

El diablo volvió a las calles, a castigar al negro, que, sin embargo, celebraba. Cada silbato y embestida era sinónimo de libertad. Las mujeres, coloridad, festejaban también alrededor del demonio rojo, como siempre. Es Carnaval, y es Portobelo, intentando mantener su herencia cultural.

El poblado colonense cerró la farsa con su clásica fiesta de diablos y congos, que suele anteceder al famoso festival que se organiza en marzo. Como todos los Miércoles de Ceniza, los ángeles y los congos bailaban, en un juego que se afana en atrapar, desenmascarar y bautizar a los congos.

El año pasado, los organizadores del festival anunciaron su proyecto de construir un ‘diablódromo' que concentrara las actividades en torno al congo colonense.

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