Crimen pone en jaque la política de seguridad

A pleno mediodía, el asesinato por asfixia de un hombre, en un presunto tumbe de droga en el barrio de Punta Pacífica, avivó ayer los temores sobre la ola de crímenes violentos a cargo de sicarios que han acaecido esta semana en la ciudad de Panamá.

Según la policía, además del muerto hubo otros dos heridos (un policía y otro hombre que, presumen, es narcotraficante). Los agentes de seguridad y el Ministerio Público llegaron al edificio Costa Pacífica para acometer una operación encubierta antidrogas que terminó en balacera. Para entonces, relataron fuentes policiales, ya había ocurrido el asesinato.

El suceso se registró tres días después de que en el centro comercial El Dorado dos sujetos mataran de dos tiros a un hombre, ligado a la banda Calor Calor.

El presidente Juan Carlos Varela está confiado, sin embargo, en que el gobierno conseguirá aplacar la emergencia de seguridad.

‘Pronto, frente a estas mismas cámaras, saldrán las dos personas que asesinaron (al sujeto de El Dorado), y que van a pagar (...) pero millones de panameños van a los centros comerciales y no les ha pasado nada', agregó.

Las declaraciones del mandatario toman relevancia frente a la sicosis que, identifican expertos, podrían despertar los casos violentos de esta semana.

‘Si bien los asesinatos están ligados a ajustes de cuenta o violencia entre tumbadores y narcotraficantes, eso no es una garantía de que no afecte al resto de los ciudadanos', zanja el exministro de Gobierno Severino Mejía.

Varela llamó a la Corte Suprema y al Ministerio Público a un diálogo para conseguir aplacar la ola de crímenes violentos en la ciudad.

Según el Ministerio de Seguridad, el año pasado el índice de homicidios se redujo 24% en la capital.

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‘Si bien los asesinatos están ligados a ajustes de cuentas, eso no es una garantía de que no afecte al resto de los ciudadanos',

SEVERINO MEJÍA

EXPERTO EN SEGURIDAD