Una veintena de colegios empiezan “mal” el año

Actualizado
  • 24/02/2016 01:00
Creado
  • 24/02/2016 01:00
Entre los planteles que no estarán completamente reparados está la escuela ‘modelo' de Las Garzas de Pacora 

Aunque el lunes se inician las clases, muchos centros educativos presentan malas condiciones estructurales para atender a los estudiantes.

Los grupos docentes proporcionaron a La Estrella de Panamá un informe no oficial de una veintena de colegios que darán una bienvenida agria a los alumnos.

La lista la encabeza la Escuela Ernesto T. Lefevre, en Juan Díaz, donde se desprendieron unas losas y se tuvo que desocupar el edificio a finales de 2015.

Los niños recibirán las lecciones en cubículos en un centro comercial.

Igual suerte correrán los chicos de la Escuela República de Costa Rica, en La Chorrera, que también darán clases en cubículos.

En el Colegio República de China (Taiwán), en Pacora, inaugurado en marzo de 2013 y cuya construcción costó $13.7 millones, se realizan reparaciones eléctricas y en el tanque séptico. Aún no se ha definido si allí se podrá iniciar el año lectivo.

Los problemas en el Gaspar Octavio Hernández, en Juan Díaz, son severos y no arrancará a tiempo.

OTROS PROBLEMAS

En el Instituto José Dolores Moscote, en Parque Lefevre, que este año debe estrenar dos nuevos pabellones, los laboratorios científicos están dañados y sin equipos.

En el Instituto América, en Betania, aún se realizan construcciones.

El Instituto Fermín Naudeau, en La Locería, debe ser intervenido, tras acuerdos con la comunidad educativa. Una parte se está hundiendo por problemas de suelo.

En la Escuela Narciso Garay, en Pedregal, faltan sillas.

En el Colegio Padre Segundo Familiar Cano de Monagrillo hay incomodidad por la remodelación.

En el distrito de San Miguelito, la Escuela Santiago de La Guardia se puede ver afectada la primera semana por las reparaciones y el cambio del techo, si no culminan los trabajos a tiempo.

EN CHIRIQUÍ

La Escuela Antonio José de Sucre, en David, debe ser reconstruida. Los estudiantes serán atendidos en otros locales.

De mil 200 estudiantes que asistían anteriormente, la matrícula se ha reducido en 500, por esta incomodidad.

En el área comarcal de Ngäbe Buglé, persisten las pésimas condiciones de escuelas rancho como la de Hato Culantro, en el distrito de Mironó, , donde uno de los tableros está pegado a un árbol de espavé. Si llueve, los estudiantes se mojarían porque no tiene techo.

En el distrito de Müna, los centros de Cerro Puerco, Peña Prieta y Cerro Salitre, tampoco muestran una mejor cara.

Todos estos colegios el Gobierno los licitó por $35 millones; sin embargo, los padres de familia manifiestan que no se ha pegado ni un solo bloque de las obras.

EN VERAGUAS

En el colegio Belisario Villar, en la ciudad de Santiago, los docentes suspendieron las clases hasta el viernes, por las malas condiciones. Allí hay un reporte de cuatro muertes de educadores por cáncer, asociados presuntamente a la fibra de vidrio, dijo el dirigente Diógenes Sánchez, secretario general de la Asociación de Profesores de la República.

La escuela Miguel Alba, en Soná, fue demolida y los estudiantes darán clases en distintos lugares.

EN COLÓN

En la ciudad atlántica, se repetirá la queja de los asistentes al plantel República de Paraguay, que confronta filtración de agua en el techo y daños en los pabellones. El Ministerio de Educación licitó obras por $2 millones.

En el Instituto Garay, el gimnasio se está cayendo y los laboratorios científicos no funcionan. Los educadores dieron un plazo para atender estos reclamos.

En las escuelas Manuel Urbano Ayarza, en Cativá, y Felipe Salabarría Mesa, en Pilón, no terminan las obras de mejoras y hay intranquilidad entre los padres de familia. Además, en el Instituto Profesional y Técnico Gil Betegón Martínez, en el área de difícil acceso de Donoso, faltan los implementos para los bachilleratos y no funciona el internado escolar.

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