La comunicación para el cambio, una decisión acertada en tiempos de modernos

Comunicar para cambiar debe ser la consigna de toda empresa que tiene como norte una transformación organizacional, a través del manejo de información pertinente, oportuna y veraz. Sin embargo, alcanzar esa comunicación estratégica depende de una serie de elementos, que planificados adecuadamente garantizarían crear en los públicos internos ese sentido de pertenencia tan anhelado en la empresa; y en los públicos externos, esa garantía de confianza y tranquilidad que nos transmite la reputación bien ganada de cualquier compañía.

Cuántas veces al pensar en efectuar aquella transacción bancaria, respiramos tranquilos al recordar que la comunicación recibida en el banco es acertada, desde el agente de seguridad hasta el gerente.

Si comprendiéramos el valor y la importancia que tiene una comunicación finamente hilada en los tapices de todas las organizaciones, varias organizaciones no solo saldrían a flote en el mercado, sino que conseguirían seguidores de a pie o ‘likes' cibernéticos que replicarían sus percepciones a otros grupos de interés para la compañía.

Esto ocurriría porque los miembros de la compañía o grupos de interés comprenderían la misión de la organización. Simplemente encontrarían motivos para pertenecer a ella porque se identificarían con sus objetivos y metas.

Cuando una persona no obtiene la información necesaria para comprender cualquiera de los enunciados anteriores, su motivación disminuye, y por consiguiente, también lo hace su intención para empoderarse en acciones de la empresa.

¿Qué sentido estamos creando con nuestra comunicación actual?, es una pregunta obligatoria que debemos hacernos al iniciar la programación de una estrategia de comunicación. Establecer un diagnóstico para conocer la realidad de nuestra existencia comunicacional en la compañía, es fundamental a la hora de delimitar los objetivos que nos guiarán para alcanzar las metas trazadas.

Todavía retumban en mis oídos aquellas primeras nociones de comunicación impartidas en la universidad, en donde nos enseñaban el uso de la pirámide invertida como estrategia directa para comunicar a través de las noticias. En un párrafo debíamos contestar las cinco preguntas clásicas para informar de un suceso: qué, quién, cómo, cuándo y dónde.

La época actual sumergida en nuevas tecnologías de la información, exige de los profesionales de la comunicación mayor compromiso para mantenerse actualizados. La Maestría en Comunicación Estratégica dictada en las aulas de la Universidad Especializada de las Américas (UDELAS) ofrece una oportunidad de crecimiento integral a periodistas, relacionistas públicos y comunicadores sociales. Asignaturas como Métodos Alternos de Solución de Conflictos, Comunicación para el Cambio, Pensamiento Crítico, entre otras, representan una bocanada de aire fresco para los profesionales de la pluma que desean ampliar sus conocimientos.

Los tiempos han cambiado y toda empresa que aspire crecer a nivel organizacional debe tener presente contar con una estructura formal de comunicación que integre un abanico de medios, cuya función y objetivo apoyen la divulgación de la comunicación estratégica.

Es importante tener presente que en pleno siglo XXI ejercen un poder estratégico comunicacional diversos medios, que van desde las volantes entregadas en una campiña del interior del país en donde no hay energía eléctrica, hasta las últimas aplicaciones descargadas en los dispositivos electrónicos de la ciudad.

Una comunicación para el cambio bien implementada permite una conexión entre cualquier empresa o institución y sus públicos internos y externos. Logra desde transmitir empatía con sus colaboradores al permitirles una participación permanente; y alcanza que el servicio o producto que ofrece se incorpore como ADN en la mente de muchos de sus seguidores.

DIRECTORA DE COMUNICACIÓN