Leonor Calderón: ‘las inequidades persisten y no nos damos cuenta'

Actualizado
  • 18/12/2016 01:00
Creado
  • 18/12/2016 01:00
La presentación del Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades para la Mujer 2016-2019, esta semana, pasó desapercibido

Este lunes, el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) presentó de forma oficial el Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades para la Mujer 2016-2019.

La extraordinaria presentación de la consultora María Angeles Sallé, quien detalló las acciones que se llevarán adelante para buscar la plena participación de la mujer en la sociedad - sin olvidar las inequidades que persisten y hacen este programa relevante y urgente- no pudo deslucirse ni con la ausencia del ministro de Desarrollo Social, Alcibiades Vásquez, cuyo nombre figuraba en el programa, pero terminó enviando a un reemplazo.

El bajo perfil del evento y la escasa presencia de figuras del más alto nivel del gobierno - a excepción del defensor del Pueblo, Alfredo Castillero Hoyos y la directora del Inamu, Liriota Latau-, hacen pensar en una falta de compromiso hacia el tema de la igualdad de la mujer.

‘Se trata de una de las políticas públicas más relevantes, la herramienta número uno para que Panamá pueda alcanzar las metas de desarrollo sostenible de la ONU', señaló a La Estrella de Panamá la socióloga Leonor Calderón, ex ministra de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia y ‘Mujer Estrella' de 2004 (Fundamujer).

Calderón, quien actualmente reside en México, donde es miembro de la Comisión de Seguimiento de la Estrategia Nacional de Prevención de Embarazo Adolescente —ENAPEA— y miembro del Comité Consultivo y Evaluación del Sistema Nacional de Protección de Niños y Niñas Adolescentes., compara el evento panameño con uno equivalente que se hiciera este año en México, que contó con la presencia del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y los presidentes de los otros dos órganos del Estado, como una señal de la relevancia otorgada por su gobierno a las políticas dirigidas a abrir oportunidades para la mujer.

Las palabras de Calderón abonan las sospechas de que el país no ha asimilado todavía la importancia de este tema, argumento también respaldado por la situación de parálisis del proyecto de ley 177 contra el hostigamiento sexual, presentado en abril de este año por la diputada Ana Matilde Gómez a la Asamblea Nacional. En su momento, el anteproyecto fue tildado de ‘ñamesura' por algunos sectores de la sociedad.

Anteriormente, una propuesta similar del entonces diputado José Isabel Blandón nunca llegó a ser aprobada.

‘Estamos en una sociedad patriarcal donde a los asuntos relacionados a las mujeres se les asigna un valor accesorio o se desvalorizan', continúa Calderón, entrevistada por este medio durante una breve visita a Panamá esta semana.

MIEDO

Bajo ese aparente desinterés de la sociedad hacia el tema estaría el miedo al cambio, señala Calderón.

‘El cambio implica cesión de poder, lo que atemoriza a la sociedad patriarcal global. Y no me refiero al hombre individual, que probablemente no tiene, al menos en la mayoría de los casos, la conciencia de querer mantener el poder sobre las mujeres... estoy hablando del cuerpo social'.

Por el lado de las mujeres, la socióloga sugiere que también habría una conformidad con el estatu quo , porque la igualdad y el acceso a derechos implica una nueva y más exigente responsabilidad.

‘Lamentablemente, todavía en Panamá hay chicas jóvenes que solo aspiran a casarse con alguien que les dé buena vida, que las mantenga, que tenga buen salario, que sea buen prospecto económico... y no se dan cuenta de que el que te da te controla de una manera u otra, te resta libertad, incluso de opinión, y mucho más de acción...'.

Se trata de jóvenes cuyas experiencias, en muchos casos, les han dado a entender que son valoradas más por su físico que por su intelecto, continúa. Esto es la ‘cosificación' de la mujer y es ‘el estereotipo que la sociedad ha alimentado'.

Por otra parte, están aquellas que piensan que ya todo está hecho y que la mujer ya ‘lo logró todo'.

‘Hace poco una joven de mi familia me comentaba que ya estaba cansada de que se insistiera en los temas de género, cuando ya la mujer que no estudia y no progresa es porque no quiere', dice Leonor.

Para ella, esto dista mucho de ser verdad: ‘Sí. La ley ha consagrado muchos derechos para la mujer, pero las leyes son solo un punto de partida no un punto de llegada... el camino hasta su completa implementación a veces es largo', señala.

BATALLAS GANADAS

‘La verdad es que nadie nos va a regalar nada. Nadie va a ceder espacios para ti. Ni uno solo de los derechos ganados por las mujeres en la historia de este último siglo ha sido regalado. Por todos y cada uno de ellos se ha tenido que luchar duramente. Eso no se nos debe olvidar y tampoco el peligro de que haya retrocesos', advierte.

Para la socióloga, la discriminación contra la mujer persiste y en muchos casos ocurre de forma tan sutil y a nivel tan inconsciente, que ni los hombres ni las mujeres llegan a identificarla como tal. En relación a este punto, Calderón fustiga la educación femenina tradicional, que todavía prevalece en niveles inconscientes en el imaginario social.

‘El mensaje para las mujeres ha sido tú no eres importante. Si tu marido te maltrata algo has hecho para merecerlo. Lo que tú debes hacer es servir, cuidar, tener espíritu de sacrificio, capacidad de obediencia...'.

‘Pero, dice aireada, no podemos seguir educando a las mujeres en este tipo de valores, porque esto pone a las niñas en una terrible posición de vulnerabilidad. La niña que no se fortalece en su amor propio y autoestima desde las primeras etapas de su desarrollo va a ser una fácil víctima de la violencia, vulnerable a todo tipo de agresiones'.

Las estadísticas en Panamá en el tema de la mujer demuestran la gravedad de la situación. Este año, hasta el mes de noviembre, se presentaron 17 mil denuncias por violencia doméstica y 17 femicidios, según reportes del Ministerio Público.

‘La violencia contra la mujer es la más flagrante y evidente forma de violar los derechos de las mujeres', sostiene Calderón, recalcando que existe otra cantidad incalculable de abusos e inequidades de los que no somos conscientes.

‘Son nociones que yacen en el imaginario social a niveles muy profundos. Seguimos culpabilizando a las mujeres. Se dice que son las madres las que educan a los hijos, que son ellas las que fomentan la cultura machista. La realidad es que los valores patriarcales no los creamos las mujeres'.

‘El cambio no es fácil, pero empieza por la educación y la validación de la mujer desde la infancia. La mujer debe valer por su formación integral, por su capacidad para el trabajo, por sus aportes, el ejercicio de la ciudadanía...', dice.

‘Yo he conocido jóvenes de entre 15 y 19 años que se sienten hasta aliviadas con su embarazo. Se alegran porque ello implica que ya tienen un proyecto de vida; van a ser madres, van a ser importantes ante su comunidad, ante ellas mismas'.

‘Yo siempre he insistido en que el mejor anticonceptivo en el mundo es un proyecto de vida autónomo, realizable, una meta, que puede ser estudiar, hacer algo que valores y que te ofrezca independencia y valía... es la única forma de que las neuronas le ganen a la hormonas...'

En conclusión, si Panamá quiere cumplir con las metas de desarrollo que ha señalado la ONU ‘como indispensables para alcanzar una sociedad más justa, más equitativa, más racional', dice Calderón, hay que asignar a las Políticas de Igualdad de la Mujer el lugar que se merecen.

Como mínimo, esperamos ver no solo al ministro de Desarrollo Social, Alcibiades Vásquez, sino al presidente de la República Juan Carlos Varela y sus ministros en actividades que busquen abrir nuevos camimos para la mujer.

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