Sanguinetti: a la democracia la salva el periodismo independiente

Actualizado
  • 22/03/2017 01:05
Creado
  • 22/03/2017 01:05
El dos veces presidente de Uruguay, hizo una visita relámpago a Panamá para abrir hoy Expocomer, donde será el orador principal

Actor fundamental en el escenario político de su Uruguay natal, donde facilitó la vuelta pacífica a la institucionalidad tras el golpe denominado ‘cívico militar' de 1973, Julio María Sanguinetti asegura que no hay ‘fórmula perfecta' para prevalecer en democracia, el menos malo de los sistemas de gobierno, que se apuntala con tres pilares vitales: una prensa independiente que informe con libertad, una justicia independiente que juzgue y una ciudadanía comprometida. Su larga trayectoria política y periodística, profesión con la que acompañó los principales hitos de la historia reciente de la región y que todavía ejerce, le permite sostener sin dudas que son las sociedades complacientes las que se dejan seducir por propuestas cortoplacistas que alimentan los funestos movimientos populistas, que amenazan las instituciones garantes de los derechos de todos. La corrupción, añade, no puede considerarse una ‘viveza criolla' y requiere una respuesta contundente. Sobre Panamá, país al que viene regularmente desde hace más de 50 años, habiendo participado en las rondas pacificadoras del Grupo de Contadora, en los años 80 del siglo pasado, y en los foros de reconciliación nacional que promovió el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en Bambito, después de la invasión de 1989, dice que progresa hacia la madurez, pero aún sufre ‘dolores de crecimiento'.

¿CÓMO VE LA EVOLUCIÓN DEL PAÍS?

Panamá tiene ahora una conciencia nacional sólida y no de rechazo, como fue en otro tiempo, aunque la compartía, porque uno llegaba acá y veía la bandera de EE.UU. y la valla y no nos caía bien a nadie y luego, con el Canal, mucha gente creía que no se iban a cumplir los tratados, ese era el clima. Y se ha demostrado que Panamá ha podido y lo ha hecho bien, y la ampliación de la vía interoceánica es un claro ejemplo. No es malo recordar estas cosas, para que los jóvenes se den cuenta de que todo es producto de un esfuerzo.

¿Y CÓMO VE LA EVOLUCIÓN DE LA REGIÓN?

Hay problemas, pero cuando no los haya es porque estaremos muertos. En un mundo que ha cambiado mucho y tiene dimensiones muy claras, la globalización, la sociedad de la información, la sociedad de consumo, la sociedad del conocimiento, uno pensaba que debía ser un momento de más optimismo, pero también tiene sus patologías. Estamos superinformados y noticiados, vivimos más años y vivimos mejor, pero tal vez sepamos menos. Hace falta reflexión. Tenemos un mundo desasosegado, temeroso, a las inmigraciones, al terrorismo, al cambio.

‘Odebrecht es una muestra del debilitamiento ético. Hace falta una respuesta adecuada. La sociedad tiene que tener los antídotos suficientes para tratar la corrupción. No hay corrupto sin corruptor',

¿ES UN ESCENARIO DE CRISIS?

Son detonantes que provocan reacciones como el brexit , la votación negativa en el referéndum de Colombia, la elección de Donald Trump en EE.UU.. Reacciones desde el miedo que amenazan la institucionalidad porque se desdibujan y se flexibilizan las estructuras. América Latina tuvo unos diez años notables, pasó la crisis de 2008 sin mayores dificultades y se ha estancado en los últimos tres o cuatro por la depreciación de las materias primas. En esta situación de relativo desorden, surgen el populismo y la corrupción, que son primos hermanos.

¿QUÉ LE PARECE EL CASO ODEBRECHT?

Desgraciadamente ha estallado con un epicentro en el país más grande de América Latina, que es Brasil, y desde la mayor empresa del país, la estatal Petrobras. Es un caso de corrupción sistémica en el que la empresa Odebrecht es una muestra del debilitamiento ético. Hace falta una respuesta adecuada. La sociedad tiene que tener los antídotos suficientes para tratar la corrupción. No hay corrupto sin corruptor.

¿HAY SOLUCIÓN CONTRA LA CORRUPCIÓN?

Tras la ‘paz romana' a la que pensamos haber llegado tras la guerra fría, nos enfrentamos a males atávicos que conspiran contra la salud democracia, como el cesarismo del que se alimentan los caudillos o el mito adánico; cada gobierno nace en el paraíso, comienza nuevo y todo lo anterior es la funesta sombra que hay que despejar. Son vertientes de una cultura cívica que aún paga tributos a factores de este tipo y todo confluye en la falta de educación cívica y educación general. En toda la región, tenemos un poderoso cuello de botella y las famosas pruebas PISA, en las que siempre estamos los últimos los ocho países de la región que nos sometemos a ellas, así lo demuestran. El mundo actual necesita gente más preparada, con capacidad mental para la adaptación.

¿CUÁL ES SU MENSAJE PARA PANAMÁ?

Que los ejemplos son los que nos permiten cambiar. La cultura cívica que nos hace falta no nace de un día para otro. Requiere del esfuerzo de todos y las iniciativas como la de la Cámara de Comercio, que me ha invitado a venir e impulsa valores en la sociedad, conducen hacia la regeneración necesaria. Panamá todavía sufre dolores de crecimiento. El país generó riqueza muy rápido y ahora tiene que velar por sus instituciones.

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HOJA DE VIDA

Político y periodista, es abogado de formación y doctor en Derecho y Ciencias Sociales

Nombre completo: Julio María Sanguinetti Coirolo

Nacimiento: 6 de enero de 1936, en Montevideo (Uruguay)

Carrera profesional y política: Dos veces presidente de Uruguay, entre 1985 y 1990 y entre 1995 y 2000, Sanguinetti ha desempeñado puestos públicos desde 1963. A los 27 años era diputado, fue ministro de Educación (1972), de Industria y Comercio (1969) y senador entre 2005 y 2015.

Ideología: Es miembro del Partido Colorado, de la corriente socialdemócrata.

Estado civil: Está casado con la historiadora Marta Canessa, con la que tiene dos hijos y cuatro nietos.

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