Posponen lectura de sentencia para secuestrador de Giodisys Sáez

El Tribunal de Juicio de Los Santos se vio obligado a reprogramar la audiencia de lectura de sentencia del ciudadano Jorge Eduardo Castillo Villarreal, de 50 años, acusado de ser responsable del secuestro de la adolescente Giodisys Adelén Sáez Figueroa, al ausentarse de la sala, al igual que su abogado defensor, Héctor Cárdenas.

El sindicado, que fue declarado culpable de secuestro en perjuicio de la desaparecida, el pasado 8 de marzo, optó por no acudir a la sala de audiencias temeroso de sufrir algún ataque a su integridad personal. La nueva fecha para esta gestión judicial será el próximo 11 de abril, a las 3:00 p.m. y se estima que la condena  por esta modalidad de delito pudiera alcanzar los 20 años.

Giodisys Adelén Sáez, de 16 años, desapareció el 11 de enero de 2014, luego de cumplir su jornada laboral en una panadería de Las Tablas. La chica vivía en el barrio de Santa Isabel, en dicho distrito santeño.

Las investigaciones realizadas por el Ministerio Público no han logrado acreditar la comisión de homicidio contra Sáez, dado que el cuerpo de la joven sigue sin aparecer y Castillo Villarreal no ha declarado sobre el hecho. Únicamente se le pudo vincular con la desaparición de Giodisys por las conversaciones que ésta sostuvo con el sindicado.

Castillo Villarreal cumple actualmente condena de cinco años de prisión, en la Cárcel de Las Tablas, acusado de violencia psicológica en perjuicio de otra menor. Ya antes, este ciudadano había sido recluido por la comisión de delito sexual.

Según el tribunal de juicio, en la próxima audiencia el imputado deberá comparecer obligatoriamente, para lo cual se instruyó a los funcionarios respectivos, y si su representante legal no acude, se le nombrará un defensor de oficio para el caso.

Mientras tanto, la desaparición de otra niña, Luz Clarita Domínguez Ramos, de 15 años de edad, de la cual no se logró saber más desde 2012, sigue en el misterio. A la fecha, no hay detenidos por este caso, aunque sus familiares no pierden la esperanza de volverla a ver.