La mente criminal que segó la vida de cinco jóvenes

Actualizado
  • 25/09/2017 02:00
Creado
  • 25/09/2017 02:00
Gilberto Ventura Ceballos usó identidades falsas, cambió de imagen y se practicó cirugías para huir del perfil criminal del que ya habían sido alertadas autoridades de tres países

Fermín Antonio Taveras, Ángel Bethancourt y Carlos Alberto Aguirre Valencia son una misma persona: Gilberto Ventura Ceballos, un acusado de cinco atroces crímenes que era buscado por la Policía local y con boleta de captura en la Interpol.

La noticia de su captura se conoció el viernes pasado, cuando fue deportado desde Costa Rica hasta Panamá, en un vuelo directo, para llevarlo a la justicia que lo reclama por la presunta comisión de tres delitos.

Cabizbajo, para evitar fotografías de su cara, esposado y con grilletes, arrastraba los pies calzados con unas modernas zapatillas cuando llegó cerca de las siete de la noche del viernes, ‘sin mostrar ningún tipo de arrepentimiento', según dijo el ministro de Seguridad, Alexis Bethancourt.

EL TURISTA

El dominicano llegó a Panamá en 2008 con documentos falsos y una visa de turismo válida por tres meses con el nombre de Fermín Taveras. Quería esconder su pasado. En su país natal, tenía antecedentes delictivos y había purgado una condena por secuestro.

Usurpar identidades se convirtió en su estrategia para moverse en el mundo del hampa con pasaportes y cédulas falsas. Fue así que también se hizo conocer como Ángel Bethancourt.

‘Con carácter y mente fría para tomar decisiones', como lo describió un agente de instrucción judicial, Ventura Ceballos ha planeado desde cambios de identidad y de imagen hasta de huellas dactilares para evadir la justicia.

Capturado en Costa Rica hace tres días, repitió la misma práctica para esconderse de la justicia panameña que lo reclama por el secuestro y homicidio de Jessenia Loo Kam, Yuon Jian Wu, Samy Zeng Chen, Joel Liu Wong y Georgina Lee Chen, cuyos cuerpos fueron encontrados a mediados de septiembre de 2011 bajo una residencia ubicada en El Trapichito, en La Chorrera.

EL CASO

En un breve relato sobre los crímenes, su cómplice Alcibiades Méndez confesó que Ventura Ceballos era el gestor de los hechos; usó las mismas estrategias que en su país cuando cometió crímenes similares.

En 2011, escapó a su país cuando conoció que empezaban las investigaciones en Panamá. Pero, el 17 de noviembre de 2011 fue capturado en una localidad denominada Boca Chicá, en Santo Domingo, dentro de un tanque de agua, desnudo y con cicatrices en los dedos. Ventura Ceballos se había quemado las huellas dactilares y se había teñido de rubio para viajar a Estados Unidos sin ser identificado.

CUATRO IDENTIDADES

Gilberto Ventura Ceballos cambia de nombre para esconderse

COLOMBIANO

Fue capturado en Costa Rica usurpando el nombre de Carlos Alberto Aguirre, de nacionalidad colombiana.

OPERATIVO

El Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica identificó al sospechoso de los crímenes de los cinco jóvenes.

HUELLAS

Gilberto Ventura Ceballos intentó borrarse las huellas dactilares para evadir la justicia que lo reclama por secuestro y homicidio.

El dominicano fue extraditado a Panamá y encarcelado en el pabellón 7, de máxima seguridad de La Joyita.

En la cárcel, Ventura Ceballos había intentado, otra vez, evadir la justicia. Según declaró su cómplice, le ofreció $10,000 a cambio de que se hiciera con toda la responsabilidad.

Méndez accedió al trato y firmó un documento notariado que lo eximía de todos los cargos. Pero, en una sorprendente fuga, Ventura Ceballos salió de La Joyita.

El miércoles 28 de diciembre de 2016, el dominicano se escapó. Tras la fuga, se abrió un proceso judicial. Un juez de garantías dictó medida cautelar de detención provisional a un cabo de la Policía Nacional. Otras tres personas fueron aprehendidas por encubrimiento, asociación ilícita para delinquir, evasión y contra la seguridad colectiva.

Al dominicano también se le instruye una investigación por el delito de evasión y por peligrosidad se le dio la calidad de crimen organizado.

Tras casi nueve meses, el dominicano fue recapturado en el Pacífico central de Costa Rica, en un área turística cerca de San José, con una cédula colombiana de Carlos Alberto Aguirre Valencia.

Fue trasladado a Panamá casi de inmediato sin trámites de extradición ni de Interpol.

Su captura fue hecha por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en Jacó de Garabito, Puntarenas. Según los reportes Ventura Ceballos tendría varios meses de vivir en Jacó, donde se prevé se instaló luego de huir de Panamá.

La ubicación y captura del criminal fue producto de una operación de varios meses coordinada con las autoridades de República Dominicana, Costa Rica y Panamá, informó Omar Pinzón, director de la Policía Nacional.

Otra vez intentó disfrazarse para esconder su verdadera identidad. ‘Con el peinado, él trató de pasar desapercibido, manteniendo un modus vivendi tranquilo, mientras estaba al acecho para sus otros crímenes', expresó Pinzón.

La autoridades nacionales aseguraron que el dominicano fue trasladado a una celda de máxima seguridad bajo la vigilancia de fuerzas especiales y de inteligencia para que no se repita ese hecho (la fuga) ‘que llenó de vergüenza a nuestras instituciones', reconoció Pinzón.

Ventura Ceballos tiene pendiente una audiencia con el Segundo Tribunal de Justicia por el secuestro y homicidio de los jóvenes en La Chorrera.

Por este caso, está pendiente una sentencia contra otras nueve personas, entre ellas, el cómplice de Ventura Ceballos, quien se declaró ‘culpable y arrepentido'.

Ventura Ceballos, a diferencia de Méndez, ni confesó ni mostró signos de arrepentimiento.

UNA HIPÓTESIS DE LA ESPECTACULAR FUGA

El 28 de diciembre de 2016 una noticia se esparció como reguero pólvora: GIlberto Ventura Ceballos se había escapado de una celda de máxima seguridad, en La Joyita.

¿Cómo ocurrió? Un abogado que estuvo vinculado al proceso del dominicano y que pidió no ser identificado por su nombre, adelantó su hipótesis de los hechos: la fuga fue planificada con apoyo interno y externo.

LA CAPTURA DE UN PRÓFUGO

Gilberto Ventura Ceballos se encontraba prófugo de la justicia panameña desde el 28 de diciembre de 2016.

Fue recapturado en Jacó, Costa Rica, por miembros del Organismo de Investigación Judicial. Las autoridades ‘ticas' creen que se refugió en Jacó desde su fuga de La Joyita.

Escoltado por miembros de la policía de Migración y del Organismo de Investigación Judicial, Gilberto Ventura Ceballos fue trasladado este viernes a Panamá.

El abogado estuvo convencido de que el sindicado salió de la cárcel en un auto, donde pudo cambiarse de ropa para evadir los retenes de la entrada principal. Ese mismo vehículo lo alejó del área de control. En una fuga ‘común y corriente', apuntó, el prisionero rompe la cerca y se esconde en el monte. ‘Las autoridades rápidamente lo hubieran encontrado', dice el jurista.

Pero, los controles de seguridad de un centro penitenciario van más allá de una cerca. Para ingresar al Complejo Penitenciario La Joya, que alberga los penales La Joyita, La Joya y La Gran Joya, hay que atravesar un control principal, donde se requisa a los visitantes de manera individual. Los únicos autos que entran al complejo son los oficiales y los de los abogados autorizados para hacerlo, y aún así son requisados, explicó en su momento este medio sobre la espectacular fuga.

Dentro del penal también hay otros controles. Hay tres puertas de hierro, con cerraduras de seguridad y candados: una para ingresar al pabellón, otra para la celda y otra para salir al patio interior.

Por tratarse de un pabellón de máxima seguridad, se mantiene bajo custodia de agentes de la Policía Nacional, a diferencia del resto de la prisión, cuyo control ejerce mayoritariamente un cuerpo civil.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus