Iglesia católica panameña se pronuncia ante protestas en Nicaragua

Este domingo el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, revocó las reformas de Seguridad Social, lo cual fue el detonante de las protestas en el país

El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Panameña (CEP), se solidarizó con los obispos, la juventud y el pueblo nicaragüense, tras las protestas de cinco días  que han dejado  una veintena de muertos, incluyendo a un periodista y un miembro dela Policía de ese país, además de cientos de heridos.

El comunicado que está firmado por el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, el cardenal, José Luis Lacunza, y los obispos, Rafael Valdivieso y Manuel Ochogavía, hace un llamado al diálogo.

Comunicado:

Al escuchar “los gritos de clamor de justicia de los jóvenes nicaragüenses que

reclaman cívicamente sus derecho” y ante “el brote de la violencia que enfrenta a los

hijos de una misma nación” y que perturban la paz de Nicaragua, queremos

manifestar públicamente nuestra solidaridad con los obispos y el sufrido pueblo de

este país hermano.

Nos hacemos eco de la exhortación de los obispos de la Conferencia Episcopal

Nicaragüense (CEN), en su comunicado del 20 de abril de 2018, dirigido “a las

autoridades del país a escuchar el grito de los jóvenes nicaragüenses y la voz de otros

sectores que se han pronunciado al respecto de las reformas al Instituto Nicaragüense

de Seguridad Social (INSS) y derogar las reformas a las políticas de dicho Instituto

publicadas recientemente en la Gaceta (Decreto Presidencial 03-2018)”, que legaliza

el cobro arbitrario del 5% a los jubilados que con su esfuerzo han cotizado durante

muchos años.

Nos unimos a la jornada de oración convocada por los obispos de la CEN para ver con

una mirada diferente esta situación, a fin de buscar la solución que el pueblo

nicaragüense se merece. Bien han expresado los obispos que: “Hay pecados sociales

que ningún ser humano puede ignorar sino que debe denunciar, sobre todo si se

desean restituir los derechos violentados de los más vulnerables: nuestros jubilados”.

Igualmente, como señalan los obispos nicaragüenses, urge que las autoridades de

gobierno reconozcan que la vía para lograr la paz y solucionar los más profundos

conflictos es el diálogo, que tiene como centro la dignidad de la persona y el bien

común, especialmente de los más vulnerables y empobrecidos.

Rogamos a Santa María, bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, que en estos

momentos de dolor, se conmuevan los corazones endurecidos por la soberbia y la

testarudez, para que se restablezca la justicia y la paz entre los nicaragüenses.

Lo Nuevo