Surgen nuevas revelaciones acerca de caso Gallego

Actualizado
  • 09/06/2018 23:01
Creado
  • 09/06/2018 23:01
Aunque espera que el Ministerio Público se pronuncie en los próximos días acerca del caso de su hermano, Edilma Gallego, asegura que, según una fuente extraoficial, los restos examinados pertenecen al sacerdote

Hoy, a 47 años del secuestro y posterior asesinato del sacerdote colombiano Héctor Gallego, su hermana Edilma Gallego aseguró que una fuente “extraoficial pero confiable” le había confirmado, con un 97% de probabilidad, que los restos que se encontraban bajo análisis en el Instituto de Medicina Legal pertenecían a un miembro de su familia.

De acuerdo con la hermana del sacerdote, que es recordado, según un comunicado de la Conferencia Episcopal Panameña, por entregarse por amor a un “pueblo empobrecido”, los restos en cuestión fueron examinados en un laboratorio en Clayton. Otros restos habían sido trasladados a los Estados Unidos para su examen.

No obstante, Gallego indicó que todavía no recibido certificación oficial por parte del Ministerio Público ni de Medicatura Forense.

Aún así, Gallego se siente confiada que “tarde o temprano tiene que salir a la luz” la verdad que ha buscado afanosamente durante 19 años, en un búsqueda que la llevó a confrontar incluso al desaparecido general Manuel Antonio Noriega.

De acuerdo con información recabada por el periodista Alexis Sánchez, Gallego nació el 7 de enero de 1938 en Salgar, Antioquia, Colombia. “Emprendió proyectos sociales y organizó a la población pobre de la zona en cooperativas de consumo, con el fin de dignificar el trabajo campesino, porque en ese tiempo eran sometidos y explotados por las familias de poder”.
En un texto publicado el 9 de junio de 2012 en el diario "La Estrella de Panamá" el exintegrante de la Comisión de la verdad relata los hechos ocurridos hace 47 años: “Héctor Gallego, de 33 años, es secuestrado al amparo de la oscuridad el miércoles 9 de junio de 1971 y es llevado a la cocina del Instituto Nacional de Agricultura —INA— en la provincia de Herrera, donde es puesto en una silla. “Quítenle el crucifijo”, espetó uno de los secuestradores’...” 
“Santa Fe, Divisa y La Chorrera forman parte del misterio del secuestro. Omar Torrijos era jefe de Gobierno. ‘Es el responsable histórico’, dijo Rubén Darío Paredes, cuando una información de un exmiembro de la Guardia Nacional —GN— develó los entierros clandestinos en el Cuartel de Los Pumas de Tocumen en 1999, y en un principio se pensó que era HG (Héctor Gallego)".

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