Reflexiones sobre el momento político

Actualizado
  • 25/08/2018 02:03
Creado
  • 25/08/2018 02:03
Una versión taquigráfica de la parte final de la conferencia que improvisó el Dr. Carlos Iván Zúñiga Guardia ‘El Patriota' el 1 de Septiembre de 1988, en la cena de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa

Yo quiero resumir estas reflexiones y de acuerdo con mi partido, del siguiente modo:

1. La movilización nacional de 1987 y 1988, manifestó la voluntad del pueblo panameño de vivir en democracia.

2. El gobierno manifestó con sus actos ‘Urbis et Orbi' que es una dictadura y que sus ideología de sustentación es el militarismo.

3. Se hizo patente a nivel nacional e internacional lo que la oposición radical venía diciendo desde hace tiempo; que la lucha por la democracia es el primer deber del ciudadano panameño; que el militarismo panameño es totalitario y considero que su primer deber de gobernante, no es gobernar en beneficio de todos, sino mantenerse en el poder.

4. El pueblo panameño repite hoy lo que nosotros decíamos ayer: tenemos que derrotar políticamente al militarismo, no militarmente porque no podemos hacerlo, pero si políticamente. Ese es el error de los militares que piensan que nosotros queremos derrotarlos militarmente y salen a la calle entonces armados con mis arreos y montan el aparato represivo. El pueblo panameño repite hoy lo que nosotros decíamos ayer, tenemos que derrotar políticamente al militarismo para poder vivir en democracia, en justicia y en libertad.

5. La historia es maestra de la vida. Es una buena madre cuando se le conoce y una mala madre cuando se la desconoce. En Nicaragua se derrotó al militarismo Somocista y se creó un nuevo militarismo. Allá se cometieron errores y aciertos. La lucha fue violenta, se privilegió a los violentos. El terror le dio prioridad a las armas y el conflicto se internacionalizó. Por esos motivos se metieron Rusia y los Estados Unidos. Aquí la lucha decidimos que sería no violenta. En Centro América la lucha violenta por la democracia lleva ya diez años, aquí entramos en el segundo año.

6. La apoteósica reafirmación de vocación democrática y nacionalista la vimos recientemente en el entierro del Dr. Arnulfo Arias. El pueblo, con la sabiduría del que se siente eterno, gritaba: ‘Ha muerto un líder, ha resucitado un pueblo'. Esta resurrección con la bandera de la democracia y del nacionalismo vamos a tomarla como pueblo y a unirnos en ese gran objetivo. La unidad que la nación exige en este momento de crisis es la unidad por la democracia y por la nación pobre y empobrecida. En Nicaragua se obtuvo esa unidad de objetivos nacionales contra el somocismo, sus mejores hombres se integraron en un frente común nacional. Este frente común se deshace cuando se acepta la intervención de gobiernos extranjeros en la solución de los problemas internos. Los hombres de la resistencia nicaragüense abandonan las filas de los contras, para insistir en una lucha nacional por la democracia. En Panamá la lucha por la democracia tiene una característica nacionalista. En este punto conviene insistir en la necesidad de un mayor consenso entre las fuerzas civilistas y antimilitaristas. Nuestra lucha por la democracia es también una lucha por la independencia nacional. El militarismo blandió una bandera nacionalista de conveniencia para ganar espacio político nacional y para vender mejor su imagen en el mundo. Ellos sirven a intereses ajenos a la nación, ellos ya pidieron la intervención extranjera. El botín de la intervención es el botín del militarismo panameño identificado con los tratados canaleros.

7. El primer escenario nacional posible para la democratización es unidad de objetivos por la democracia nacionalista. Esta unidad de objetivos es una tarea impostergable. La unidad de objetivos desencadena una reacción de unidad en la organización, en los programas y en las acciones.

8. Los objetivos comunes por la democracia significan ponernos de acuerdo en la configuración de un gobierno provisional que convoque a unas elecciones por la democracia. Las únicas elecciones para cumplir la democracia que yo conozco son las elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente. Aquí hay dos puntos para acordarnos: el Gobierno Provisional y la organización de unas elecciones por la democracia.

9. El gobierno provisional debemos obtenerlo por la vía no violenta, por la vía del diálogo. El camino a recorrer sin elecciones o con elecciones impuestas por las reglas del juego de la dictadura exige la organización nacional por la democracia. Ya se tuvo una experiencia con las 120 organizaciones de la Cruzada Civilista. Ahora corresponde profundizar esta organización. Necesitamos 10,000 personas organizadas políticamente por la democracia para garantizar unas elecciones constituyentes que inicie la democratización.

FICHA

Un vencedor en el campo de los ideales de libertad:

Nacimiento: 1 de enero de 1926 Penonomé, Coclé.

Fallecimiento: 14 de noviembre, 2008, Panamá.

Ocupación: Abogado, periodista, docente y político

Resumen de su carrera: En 1947 inició su vida política: fue líder estudiantil que rechazó el Acuerdo de bases Filós-Hines. Ocupó los cargos de ministro, diputado, presidente del Partido Acción Popular en 1981 y dirigente de la Cruzada Civilista Nacional. De 1991 a 1994 fue rector de la UP. Recibió la Orden de Manuel Amador Guerrero, la Justo Arosemena y la Orden del Sol de Perú.

10. La hora de la democracia es la hora de la unidad nacional y no la hora de un partido político o de un candidato con ambiciones de gobernar el país en ruinas. Nuestro partido dispuso desde el 7 de junio de 1987 bajar la bandera partidista y levantar la bandera de la movilización nacional por la democracia. No fueron únicamente palabras, fueron hechos, y así el Partido Acción Popular sigue siendo un partido en formación que no postulara candidatos en las elecciones de la dictadura. Las lecciones de las elecciones del 84 están demasiado frescas para creer que la pelea con el militarismo es peleando con árbitros nombrados por ellos mismos y por una bolsa supeditada a la ley 20, al artículo 305 de la Constitución, a los tratados canaleros, que hacen el ejército crecientemente poderoso. Si vamos a ir a unas elecciones que sean las elecciones por la democracia y para acabar con la dictadura y sus instrumentos institucionales.

11. Los que prefieren la opción fácil de ganar espacios políticos en una estructura dictatorial o los que optan por la servidumbre a los intereses foráneos también son panameños, pero esos serán señalados y marcados por la historia. Nuestros hijos y nietos no aspiran que esta generación llegue al poder de la dictadura como lo hicieron la bochornosa generación de presidentes desechables; nuestro pueblo aspira que esta generación democratice y nacionalice el ejercicio del poder lo más pronto posible

12. El reto de esta generación, al igual que el reto de la primera generación republicana es democratizar el país y gobernar para favorecer a los pobres y desamparados. La democracia no solo estará al servicio de las mayorías nacionales si no que estas mismas mayorías principalmente pobres, gobernaran el país.

Señores:

Porque conozco la historia de mi país sé que estamos en una nación y que este es un pueblo que tiene una extraordinaria conducta histórica, que lo señala como un pueblo civil y viril, y también tiene y tuvo hombres que en un momento dado de su crisis, o de su peregrinaje, supieron señalar las pautas y los caminos.

Si yo hablo de una Constituyente y hablo de una nueva Constitución es porque esta constitución vigente que sirve para todo, incluso para que ellos mismos la violen, es hija de un solo pensamiento, del pensamiento militar. Y si yo hablo aquí de que nuestra lucha es por la democracia, es porque también somos albaceas de los principios de los mismos hombres que nos dieron patria y que nos señalaron derroteros. Si se lee el Mensaje de la Junta Provisional de Gobierno de 1904, dirigido a la Convención Nacional Constituyente, encontramos dos pensamientos extraordinarios, y que nos dicen a los panameños aquí congregados, que siempre hemos sido nación, que siempre hemos tenido ideales, sueños nacionales, hombres identificados con los valores patrios.

En ese mensaje enviado por la Junta Provisional de Gobierno, la misma Junta actualizada que yo espero mande el mensaje de la Constituyente de nuestra generación, se dice:

‘La Constitución Política de un país no es, no puede ser la obra exclusiva de un partido político. Una Constitución como su nombre mismo lo indica, es la traducción en preceptos obligatorios, del modo de ser, de las costumbres, de las aspiraciones y de los ideales políticos de un pueblo; los pueblos no se modelan a la obra caprichosa de los ensayadores de sistemas y el pretenderlo causa siempre graves y profundas perturbaciones que a veces no se reparan si no después de crueles y terribles pruebas'.

Cuántas pruebas crueles y terribles hemos pasado, después que se instauró el sistema constitucional de 1972.

Y decían estos mismos próceres panameños, los que nos dieron esta patria; a la Constituyente de 1904:

‘Formad una república que permita la expansión libre del derecho individual en todas sus manifestaciones hasta el límite del derecho ajeno, pero no tratéis de proscribir ninguna idea.'

Estos fueron los fundadores del país.

‘Pero no tratéis de proscribir ninguna idea'. Y agregan:

‘Dejad a las ideas el campo libre para que iluminen si son buenas y si son malas para que perezcan a la luz del día.'

Ese es el testimonio que encontramos en el Certificado de Nacimiento de la Patria. Mis reflexiones las dejo a ustedes, para que iluminen, o para que perezcan a la luz del día.

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