Segundo testigo comparece en juicio contra Martinelli

Actualizado
  • 21/05/2019 02:00
Creado
  • 21/05/2019 02:00
El informático Luis Rivera Calles culmina su comparecencia como testigo en el juicio de Martinelli por pinchazos. Toca el turno a un nuevo testigo

Luis Rivera Calles, testigo de la Fiscalía en el juicio oral contra el expresidente Ricardo Martinelli, tiene un peso menos sobre sus espaldas. Su comparecencia ha culminado, aunque podría volver a ser llamado por la defensa, que también lo ha incluido entre sus testigos.

Hoy la Fiscalía iniciará un nuevo interrogatorio. Por estrategia, no ha adelantado quién es. Podría tratarse de Gustavo Adolfo Scott, analista de la Dirección de Investigación Judicial, quien dará el testimonio del testigo cuya voz e imagen aparecen distorsionadas en un DVD marca Maxell, cuyo contenido ha sido transcrito.

Existe la posibilidad de que Betzaida Quintero, administrativa en el Consejo de Seguridad Nacional (CSN), sea la llamada por la Fiscalía. Ella tiene conocimiento de que por órdenes del expresidente Martinelli se retiraron las llaves magnéticas del edificio 150, exceptuando a ‘Didier', ‘Guillermo' y ‘Brad', que corresponden a los exfuncionarios del CSN Ronny Rodríguez, William Pittí e Ismael Pittí.

Rivera Calles estuvo sentado mirando al Tribunal del Juicio por cinco semanas. Tiempo en el que ha transcurrido, como afirma el fiscal Aurelio Vásquez, el primer capítulo de la novela y aún falta lo mejor: la comparecencia de ‘cualquier cantidad de testigos y víctimas que darán sus testimonios poco a poco, y podrán armar la novela completa', como dijo el fiscal al finalizar la audiencia de ayer.

A pesar de los contratiempos que experimentaron durante el desarrollo de esta primera parte, como sellos violentados de los dispositivos, ataques de la defensa sobre la ausencia de mismidad en las pruebas, preservación de la evidencia, denuncias por seguimiento y pinchazo del teléfono de Rivera Calles y de su esposa, la Fiscalía evalúa que lo importante es que el testigo no pudo negar que reconoció todo: las inspecciones, audios, memes en contra de personajes políticos —incluyendo el gobierno que viene entrando—; reconoció los correos electrónicos y efectuó un trabajo que fue reconocido bajo la gravedad del juramento.

Vásquez adelanta que el autor de todas las intervenciones está sentado en calidad de acusado, pues esas intervenciones que reconocen las víctimas alguien las ordenó. Nuevamente apuesta a que cuando desfilen los testigos y compaginen el material que evacuó Rivera Calles con sus correos, voces o mensajes de teléfono, podrán explicar quién tendría interés en realizar esta acción.

Pero la defensa hace su trabajo para atacar las deficiencias de la Fiscalía. Sidney Sittón confía en que el juzgador tome en cuenta lo señalado por el testigo. Entre otras cosas, que la Fiscalía nunca le pidió analizar lo que se acostumbra en este tipo de casos, como los ‘metadatos', código fuente, los ‘locks'; solo a través de esos ejercicios se hubiera podido determinar la integridad y la mismidad de la prueba que se está trayendo a juicio. ‘Si no se hace este tipo de análisis forense, el perito no puede afirmar que ninguno de los datos o ficheros analizados en juicio son originales'.

Añadió que como no se hizo esa experticia, el testigo no se puede hacer responsable de lo que está ahí y mucho menos de los dispositivos que tenían el sello roto.

‘Eso implica para el proceso que un juez no puede fallar o decidir en contra de una persona en la que el ministerio le hizo la preservación y el procesamiento de la evidencia digital en forma correcta', insistió Sittón.

MARTINELLI BUSCA RECUPERAR SU LIBERTAD EN JUNIO

CÓDIGO PENAL

Las paredes de la habitación de El Renacer donde Ricardo Martinelli permanece detenido preventivamente acusado por pinchazos tal vez no tengan las típicas rayas con tiza que cuentan los días para salir libre. Pero sí se encarga de vociferarlo en las redes sociales. El 12 de junio, Martinelli cumple un año detenido en Panamá desde que fue extraditado de Estados Unidos, en 2018. Y es que la norma establece un límite para la detención provisional al cumplir un año. Luego de este límite general, señala excepciones que se refieren a los casos complejos y de supuestos en los que deja una posibilidad de debatir el término que supere este límite.

La naturaleza compleja requiere de una resolución judicial, papel que en el caso de Martinelli no existe.

Lo que significa que en pocos días la defensa podrá solicitar una audiencia de afectación de derechos a un juez de control para evaluar esta situación.

El abogado penalista Juan Carlos Araúz explica el procedimiento: ‘Debe haber una audiencia y en ella se debe fijar que Martinelli no puede permanecer ni un minuto más detenido después de que se cumpla un año. Los abogados deben solicitarla con antelación para que, de ser posible, coincida con los días cercanos al cumplimiento del año para que cuando se cumpla la fecha, le den libertad'.

Es decir, que Martinelli podría salir caminando de esta audiencia a menos que la Fiscalía tenga una estrategia paralela. ‘Ante esta realidad de la norma, tendría que plantear los supuestos por los cuales en el caso de Martinelli aplicarían las excepciones que la norma indica que pudiera superar el término de un año. El debate debe ser argumentativo', asevera Araúz.

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