Expectativa en la decisión del Tribunal de Juicio sobre libertad de Martinelli

Actualizado
  • 11/06/2019 23:07
Creado
  • 11/06/2019 23:07
La incidencia fue presentada por la defensa en la tarde del 11 de junio, cuando su cliente cumplió un año detenido en forma preventiva. 

En la tarde, al reiniciar el juicio por pinchazos telefónicos contra el expresidente Ricardo Martinelli, su abogado Carlos Carrillo no esperó ni un minuto para solicitar al Tribunal de Juicio la libertad inmediata para su cliente.

El argumento se basó en el artículo 237 del Código Judicial, y el 12 del Código Procesal Penal. Este último, reza que la detención preventiva no puede exceder a un año, excepto en casos complejos, hecho que no aplica al de su defendido.

Ante una sala repleta, y en el exterior un grupo de simpatizantes que coreaban a favor de la libertad para el expresidente, el abogado de la defensa planteó cómo en el pasado distintos pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia y de jueces de Garantías, han fijado el 11 de junio como una fecha clave para poner fin a su detención.

Manifestó que es el presente Tribunal el que guarda la competencia para tomar esta decisión, como antes ya lo había pronunciado el juez Roberto Tejeira.

A favor de su cliente mencionó que ningún testigo ha manifestado sentirse amenazado por sus actuaciones, y que durante dos años, tomando en cuenta que pasó un año detenido en el Distrito de la Florida, Estados Unidos, su representado ha requerido de 80 atenciones médicas.

"La única testigo que se presentó aquí fue Balbina Herrera y manifestó que no tiene enemigos, que no odia a Ricardo Martinelli", exclamó el jurista. Añadió que otros 6 querellantes se han reunido con él en el centro penitenciario El Renacer, donde se encuentra detenido, como señal de que no le temen al acusado.

Enseguida insistió que no existe peligro de fuga sobre su cliente. Un punto que ha sido el talón de Aquiles de Martinelli cada vez que sus abogados solicitan una cambio de medida cautelar o una fianza a su favor, pues cuenta con escoltas asignados a él por Ley que lo vigilan. Añadió que el Departamento de Migración está anuente a las restricciones que pesan sobre Martinelli. Sustentó su arraigo; un domicilio, una familia, negocios y su esposa. Pero lo más importante para el abogado Carrillo consistía en recalcar que el tiempo de prisión para su cliente había culminado, y que la Ley lo respaldaba en esta petición.

Después tocó el turno al fiscal Ricaurte González quien cuestionó la conducta de Martinelli hacia los fiscales, los testigos y los querellantes. Fue uno de los primeros elementos para rebatir el discurso de la defensa.

Ilustró con el testimonio del más reciente, el testigo protegido quien responsabilizó al exgobernante, sus abogados o a su familia, de cualquier daño que le ocurra a él o a su familia. Recordó al juez que en respuesta, Martinelli lo llamó mentiroso y atrevido.

Los fallos que anteceden a la decisión del Tribunal, expuso González, explican que el tiempo transcurrido en prisión no es sinónimo de un plazo automático para conceder la libertad. Enfatizó en los riesgos procesales de los que debe cuidarse el Tribunal. En este renglón, enumeró las amenazas que pueden presentarse hacia el resto de las víctimas o testigos que aún no comparecen, 70 aproximadamente. Luego dijo que la pena por la que acusa el Ministerio Público al expresidente supera los 250 meses de prisión, un factor que contribuye al alto riesgo de fuga.

"Tenemos a una persona que osa de demandar a los fiscales. El 20 de mayo salió en esta sala un papel en el que el expresidente daba ordenes para demandar al fiscal Aurelio Vásquez por $10 millones", contó el fiscal.

Calificó al acusado como una persona que sus abogados no pueden controlar sus 'actuaciones impetuosas'. Citó como ejemplo el 30 de abril, fecha en que el acusado era conducido a la sala de audiencias por los agentes de seguridad y entre empujones dijo que si tenía que pegarle un puñetazo al policía, lo haría.

Arguyó que su libertad podría poner en riesgo las evidencias del caso, y culpó a la defensa de provocar más dilaciones en el proceso. Como respaldo hizo un recuento de los días que se ha dejado de sesionar por solicitud de la defensa, 20 días laborables.

"A nadie le cabe duda que se trata de una causa compleja, sin precedentes, que ha tomado más de 39 sesiones", puntualizó el fiscal quien finalizó solicitando al Tribunal que no acoja la solicitud de la defensa pues nadie puede garantizar que finalice el proceso sin riesgos.

Los querellantes

Seguidamente el juez trasladó la palabra al abogado Carlos Herrera Morán, en representación de la querella. Herrera insistió en el peligro de fuga que representa Martinelli. Recordó el tiempo que permaneció en Estados Unidos huyendo a la justicia hasta ser extraditado a Panamá por los agentes federales de ese país.

Recalcó sobre los peligros procesales, la forma en que el Tribunal garantizará la comparecencia del detenido en caso de concederle la libertad. Como ejemplo, recordó la ocasión en que el expresidente permaneció por horas en calzoncillos en el calabozo reticente a acudir a audiencia. Pues en caso de que se ausentara más de 10 días consecutivos, el proceso corre el riesgo de declararse nulo y todo el debate debería realizarse nuevamente.

En nombre de las víctimas y querellantes, pidió al Tribunal que rechace la solicitud de la defensa por lo antes expuesto.

Las víctimas

Al salón de audiencias habían ingresado dos víctimas y querellantes: Mitchell Doens y Balbina Herrera. El juez había determinado que escucharía sus posiciones tal como había decidido ante una petición de los querellantes.

El primero en hablar fue Michell Doens, quien además de reiterar lo dicho por la fiscalía, enfatizó en que Martinelli es un ente "perturbador de la paz en el país, disociador de la paz, pues sus actuaciones de amenazas lo han alcanzado a él quien fue demandado civilmente por el acusado por un monto de $30 millones".

De otorgarle la libertad teme que este tipo de actuaciones se acentúen. Después hizo memoria y recordó que con el afán de lograr la libertad, hace dos años Martinelli dijo que tenía cáncer en la próstata, certificado médico que aún esperan.

"La responsabilidad que tienen es histórica", exclamó con la mirada fija al Tribunal. En honor al principio de continuidad le solicitó al Tribunal rechazar la petición de la defensa porque de concederla, "el acusado sería capaz de internarse en un hospital para someterse a una cirugía y cuidado se toma más de 10 días que podrían anular lo actuado", expresó Doens.

Por su parte, Balbina Herrera recordó que ha sido víctima de hostigamiento por parte de Martinelli y sus simpatizantes. Después de recordar que es la cuarta vez que el expresidente solicita la libertad, lo calificó con distintos adjetivos: irrespetuoso, agresivo y temerario. Dijo que es verdad que no tiene nada personal contra el acusado, pero mientras fue presidente se metió en su casa y se reía de que "tenía pantys rojos o verdes". Clamó al Tribunal por el sentimiento de las víctimas y por la culminación del juicio, que ya tiene una duración de cinco años, sin que nadie los afecte.

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