Científico francés apuesta por tratamiento contra el Covid-19

Actualizado
  • 26/03/2020 06:00
Creado
  • 26/03/2020 06:00
El profesor Didier Raoult considera que un tratamiento contra la malaria, basado en 600 miligramos de hidroxicloroquina cada 12 horas, y un comprimido de azitromicina por día, pueden vencer la pandemia

Con la pandemia del coronavirus extendiéndose por todo el planeta, la comunidad científica internacional se encuentra buscando desesperadamente un medicamento que inmunice a la población contra el Covid-19 o, al menos, que la proteja hasta que se encuentre un remedio seguro y eficaz.

Un famoso infectólogo francés está convencido que ha encontrado el tratamiento para derrotar al nuevo coronavirus.

En ese contexto un famoso infectólogo francés está convencido que ha encontrado el tratamiento para derrotar al nuevo coronavirus.

El profesor Didier Raoult considera que un tratamiento contra la malaria, basado en 600 miligramos de hidroxicloroquina cada 12 horas, y un comprimido de azitromicina por día, pueden vencer la pandemia, informó el diario Le Parisien.

Estados Unidos, Francia, India y, más recientemente, España han autorizado el empleo de cloroquina e hidroxicloroquina, después de comprobar que ese medicamento utilizado desde 1950 contra la malaria, la artritis y el lupus elimina los síntomas del 75% de los pacientes en los que se lo probó. En China, donde se originó el virus, el tratamiento logró acortar la enfermedad, mejoró el pronóstico de los pacientes por sus efectos antiinflamatorios y mostró propiedades profilácticas para proteger al personal sanitario encargado de tratar enfermos con covid-19.

“Los resultados obtenidos hasta ahora con más de 100 pacientes han demostrado que el fosfato de cloroquina mejora el estado de los pulmones para que el paciente vuelva a dar negativo al virus y acortar la duración de la enfermedad”, dijo Roualt, quien es miembro del comité de 11 especialistas asesores del presidente francés Emmanuel Macron. “El tratamiento es eficaz, es inmoral no usarlo”, aseguró.

Precisamente, esta semana el Ministerio de Salud (MINSA) informó que Panamá adquirió un millón de tabletas de hicroxicloroquina y azitromicina para combatir el nuevo coronavirus.

Iniciativa Solidaridad de la OMS

Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una iniciativa llamada Solidaridad, un estudio clínico en el que 10 países investigarán de manera simultánea la efectividad de cuatro medicamentos para tratar el coronavirus. Argentina, Bahréin, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, España, Suiza y Tailandia, se han unido al proyecto para lograr en el menor tiempo posible un nuevo fármaco y acortar un proceso que podría durar años con pruebas en miles de pacientes. Los primeros resultados se esperan en un mes.

Mientras tanto, científicos de todo el mundo trabajan en por lo menos 20 posibles vacunas contra el coronavirus. China, Estados Unidos e Israel han revelado que están en proceso de pruebas de vacunas anticovid-19. El Instituto israelí Migal anunció este miércoles que en dos o tres meses estarán haciendo pruebas en humanos de una vacuna de bajo costo y de administraron oral.

Entre los medicamentos o combinación de fármacos usados en el pasado contra el ébola, la malaria y el VIH sida, la OMS tomó en cuenta la cloroquina/hidroxicloroquina, por los alentadores resultados obtenidos en los tratamientos contra el coronavirus, además de la ventaja de que es administrado por vía oral y es barato.

Otro medicamento es el remdesivir, diseñado originalmente por la farmacéutica estadounidense Gilead Sciences para tratar el ébola y que ha demostrado tener una potente actividad anticovid-19 en las pruebas de laboratorio.

España ha comenzado a administrar remdesivir a pacientes, luego de los resultados positivos obtenidos en China en casos graves y moderados. España también está ensayando con kevzara, de las farmacéuticas estadounidenses Regeneron y Sanofi, que ha prevenido el daño a los pulmones en los infectados por el coronavirus.

La OMS, además, ha autorizado pruebas con retovanir y lopinavir, una combinación de dos drogas utilizadas para el tratamiento de VIH. Otro coctel de medicamentos es ritonavir, lopinavir e interferón-beta. El interferón ayuda a controlar la inflamación y ha sido efectiva en pruebas de síndrome respiratorio.

Proyecto de Plasma Convaleciente

Al mismo tiempo, la Universidad de Nueva York y la Universidad John Hopkins en Baltimore, con el respaldo de una veintena de instituciones médicas y científicas de Estados Unidos, han puesto en marcha el Proyecto de Plasma Convaleciente. El principio es que la clave para desacelerar y tratar el coronavirus podría estar oculta en la sangre de aquellos que se han recuperado de la enfermedad. Ese tratamiento fue usado en 1918 para frenar la epidemia de gripe.

El procedimiento es inyectar a una persona los anticuerpos, que luego estimulan y promueven al sistema inmunológico contra la enfermedad. La Agencia de Drogas y Alimentos (FDA) afirmó que los resultados son alentadores. Adelantó que el tratamiento será aprobado en forma expedita y que está trabajando contra reloj para facilitar la disponibilidad del plasma convaleciente. Las apruebas comenzarán la próxima semana en la ciudad de New Rochelle.

Avigan y VPM1002

Por otro lado, la Agencia Italiana del Fármaco, ha dado vía libre para que se experimente el avigan para el tratamiento del coronavirus, un antiviral desarrollado en Japón.

El avigan, nombre comercial del favipiravir, se usa desde el 2014 en Japón contra la gripe. En el 2016 se experimentó contra el ébola y más recientemente en Wuhan contra el coronavirus. El 91 % de los tratados con el fármaco confirmó mejoría en sus pulmones.

Investigadores alemanes del Instituto Max Planck para la Biología de Infecciones están analizando, simultáneamente, si una vacuna denominada VPM1002, desarrollada originalmente contra la tuberculosis, también es eficaz contra el covid-19.

Se hará un estudio a gran escala en varios hospitales de Alemania que incluirá a personas mayores y trabajadores sanitarios, dos de los grupos de mayor riesgo de contraer la enfermedad, y se pretende ganar tiempo hasta hallar una vacuna específicamente eficaz contra el coronavirus.

La VPM1002 se basa en una vacuna anterior, denominada BCG, que fue desarrollada a principios del siglo XX. Los estudios modelados han demostrado que puede proteger no solo contra la tuberculosis, sino también contra las infecciones virales del tracto respiratorio y el daño a los pulmones.

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