Confinamiento y alcohol, mezcla letal que incrementó la violencia doméstica

Actualizado
  • 08/06/2020 00:00
Creado
  • 08/06/2020 00:00
En los últimos 30 días de mayo, en medio del levantamiento de la ley seca, los casos de violencia doméstica se multiplicaron por dos

La pandemia, que obligó a millones de personas al confinamiento en sus hogares para reducir los contagios del Covid-19, colocó a las víctimas de violencia doméstica en una mayor vulnerabilidad. Pero, si a esto se le suma el consumo de alcohol, los resultados son alarmantes. Las cifras lo confirman: en los últimos 30 días de mayo, en medio del levantamiento de la ley seca, los casos de violencia doméstica se multiplicaron por dos.

El Centro de Estadísticas del Ministerio Público reporta 1,098 denuncias por violencia doméstica, 561 más que en abril. Las cifras coinciden con un aumento en los reportes de las líneas de violencia doméstica del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), que sumaron 461 llamadas, 128 más que en abril.

“La cuarentena ha hecho el trabajo del agresor, debido a que hay una persona con más poder y una con más vulnerabilidad... En la etapa de la cuarentena, las estadísticas muestran que durante la ley seca, los índices de violencia doméstica bajaron”, revela un informe elaborado por el equipo de asesoría legal del Centro de Atención Integral del Inamu.

Dicho análisis es el resultado de los diversos testimonios recogidos de las líneas del Inamu, que demuestran que el consumo irresponsable de bebidas alcohólicas es un detonante de los delitos de violencia doméstica. “Algunas mujeres manifiestan que sus parejas son menos agresivas cuando no están bajo los efectos del alcohol”, señala el informe del Inamu.

Confinamiento y alcohol, mezcla letal que incrementó la violencia doméstica

Este informe explica el porqué son las mujeres el género más vulnerable a experimentar los actos de violencia doméstica, debido a factores tales como la desigualdad de poder, fuerza, la dependencia económica y emocional, y que están directamente vinculados al hecho de que los agresores no golpean a jefes, amigos o familiares, sino que solo esperan encontrarse con la víctima.

Augusto Méndez, psicólogo clínico y docente de la Universidad Latina de Panamá, explicó que los riesgos de violencia doméstica son mayores cuando se está encerrado y se tiene acceso a bebidas alcohólicas. “Evidentemente eso iba detonar los casos de violencia que estamos viendo reflejados en las estadísticas”, indicó.

La violencia doméstica durante el confinamiento es impulsada por previos problemas familiares o de pareja que no se enfrentan y que quedan expuestos en medio de una prolongada convivencia. “Si no tienes habilidades para enfrentarlos, ni una comunicación efectiva, no puedes resolver los problemas de manera adecuada. La reacción más primitiva que se tiene es la violencia”, concluyó el psicólogo.

Confinamiento y alcohol, mezcla letal que incrementó la violencia doméstica

El flagelo social no es un problema nuevo, pero, sin duda alguna, es cada vez más frecuente. A pesar de los esfuerzos que se han realizado en el país por contenerla, está en aumento. La más frecuente es la que se registra entre las parejas.

Los hijos también son afectados porque viven escuchando cuando el agresor emite violencia, lo que causa un impacto en su vida. “Es un factor de riesgo a futuro porque pueden convertirse en víctimas o victimarios”, advirtió el Inamu.

La violencia doméstica conlleva graves riesgos para la salud de las víctimas tanto a nivel físico como psicológico. El impacto emocional que genera esta situación es un factor de desequilibrio para la salud mental, tanto de las víctimas como de los convivientes, reconoce un informe de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.

Confinamiento y alcohol, mezcla letal que incrementó la violencia doméstica

La mayor cantidad de las denuncias de violencia doméstica en lo que va del año, procede de la provincia de Panamá Oeste (1,480), lugar donde también hay un alto índice de contagios por el Covid 19. Le sigue el distrito de Panamá (1,213) y San Miguelito (572).

Los números no son más que un registro frío de una cultura social. La violencia doméstica se asocia a un tema cultural que viene de nuestros antepasados y que aún está muy arraigado en nuestra sociedad, y está vinculado a la postura dominante del hombre sobre la mujer.

Cuando las víctimas son mujeres, la pena mínima es de cinco a ocho años, según la Ley 82 de 2013, pero si resulta en un feminicidio, es decir, con resultado de muerte, es de 25 a 30 años. Si la violencia es contra el hombre, la pena mínima es de tres años, según la Ley 38 de 2001.

Las víctimas pueden solicitar ayuda a las líneas telefónicas 182 y 323-3281 (Inamu). También pueden llamar a 104 y 511-7000 (Policía Nacional), 311 (Centro de Atención Ciudadana) y 503-6542 (Caja de Seguro Social).

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