Ciudad y agua: una mirada a su vinculación con el desarrollo urbano

Actualizado
  • 30/01/2021 00:00
Creado
  • 30/01/2021 00:00
A lo largo de la historia, el agua ha mediado de manera importante en la relación de los humanos con el medio natural. En las ciencias territoriales se ha propuesto un enfoque integral de gestión de cuencas, con el objetivo de integrar la planificación urbana y ambiental, y lograr un desarrollo más sostenible
El agua es importante para todo país, pero más aún para uno que es costero, portuario y canalero.

El agua es una sustancia abundante, nuestros cuerpos se componen mayormente de ella y, como sabemos, la Tierra está cubierta en un 70% por los océanos. Pero el agua en la Tierra no es infinita y es el recurso más importante para la sostenibilidad de la vida. La adecuada gestión de este recurso es uno de los principales desafíos de la humanidad de cara al futuro.

A lo largo de la historia, el agua ha mediado de manera importante en la relación de los humanos con el medio natural. Toda aldea, pueblo o ciudad necesita estar vinculado a un río, lago u otra fuente de agua. Las migraciones masivas seguían el curso de ríos. Hoy, más de la mitad de las personas vivimos en ciudades y se espera que la población urbana se duplique para 2050.

De esta población urbana, mil millones de personas viven en asentamientos informales, cuyos sistemas de dotación de servicios básicos son precarios y mejorarlos es más costoso que en el caso de sistemas que cumplen con ciertos criterios desde su inicio.

Entre 2017 y 2018 hubo titulares en los diarios del mundo sobre la escasez del agua en Ciudad del Cabo.

Hay ciudades que se desarrollaron desde sus inicios con abundante agua, como ciudad de México que nació sobre un lago; o Ámsterdam, cuyos canales y rellenos pólder, le han permitido integrar el tejido urbano a las actividades de navegación, comercial y recreativa. También Venecia y Brujas, con su historial náutico y mercantil, son hoy importantes destinos turísticos por sus paisajes urbanos distintivos.

Otras ciudades, como Las Vegas, El Cairo y Lima, se construyeron sobre desiertos. Todas las ciudades, al margen de cual sea su relación con el agua deben gestionarla activamente, ya sea para asegurar que puedan seguir disfrutando de ella o para aprovecharla al máximo.

Calidad y salud

La calidad del agua es una condicionante importante de la salud pública. En Estados Unidos, a finales del siglo XIX e inicios del XX las tecnologías para obtener agua limpia, a través de la filtración y cloración fueron importantes factores para la mayor reducción de las tasas de mortalidad, que era mayor en áreas urbanas.

Hoy, ciudades como Chennai, en la India, y Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, están en riesgo de quedarse sin suficiente agua.

Entre 2017 y 2018 hubo titulares en los diarios del mundo sobre la escasez del agua en Ciudad del Cabo. Tras una baja sostenida en los niveles de las represas de agua de las que depende la ciudad, con 15% y 30% de su capacidad máxima, se preocupaban de que llegara un 'día cero' en el que no habría líquido suficiente. A través de medidas ahorrativas y restricciones en el consumo se logró reducir la demanda de agua por mitad, luego mejoraron las lluvias y hacia finales de 2018 llegaron a un 70% de capacidad y más, y pudieron ir flexibilizando las restricciones.

Ríos de Panamá

También ciudad de México que, como mencionamos, se construyó sobre un lago, tiene la particularidad de sufrir inundaciones y, al mismo tiempo, de escasez de agua potable, ya que, aunque hay muchas lluvias, la mayor parte del agua es subterránea y por su anticuada infraestructura se pierde un 40% del agua, además de tener problemas de contaminación por desbordes del alcantarillado sanitario. Las inundaciones afectan el tráfico de la ciudad y la población pobre es la más afectada por la escasez de agua, ya que, al no contar con conexiones al acueducto público, terminan comprando el agua por litro. El agua en estas ciudades se ha convertido en un tema primordial para su resiliencia.

Ante estos escenarios de escasez, se recurre con mayor frecuencia al trasvase de agua y, en algunos casos, este se hace entre cuencas, es decir, el agua que se capta en la cuenca de un curso o cuerpo de agua se conduce, para el consumo de la población de otro lugar.

En las ciencias territoriales se ha propuesto un enfoque integral de gestión de cuencas, con el objetivo de integrar la planificación urbana y ambiental y lograr un desarrollo más sostenible.

Riqueza hídrica en Panamá

Nuestro país goza de abundante agua. Según un informe del Banco Iberoamericano de Desarrollo, contamos con casi el doble de lo que nos correspondería según el tamaño de nuestro país y, si se mide por cantidad de habitantes, casi cinco veces lo que tienen otros países.

El agua es importante para todo país, pero más aún para uno que es costero, portuario y canalero, ya que se vincula así con nuestra historia, sociedad y economía.

El agua en Panamá también se usa para producir energía eléctrica. Mucho se ha escrito sobre la importancia del agua en la historia panameña.

Al ser tan abundante el agua, también ha sido de muy buena calidad. Recuerdo, durante la década de 1990, haber ido a escuchar a Stanley Heckadon, antropólogo y sociólogo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), cuando en la presentación del proyecto de monitoreo de la cuenca hidrológica del Canal, dijo que en Panamá habíamos estado acostumbrados a tomar “Chagres champagne”, pero que, con el deterioro ambiental y actividades contaminantes a lo largo de la carretera Transístmica, dentro de la cuenca interoceánica, la continuidad en la calidad del agua no estaba ya asegurada. La cuenca del Canal es la única en el mundo que vierte sus aguas hacia dos océanos.

Entre el 7 y 9 de diciembre de 2010 los panameños vivimos la tormenta 'La Purísima', la tormenta más fuerte registrada en la historia del Canal de Panamá. Lleva ese nombre, porque cerca del 8 de diciembre, día en que se celebra la purísima concepción de la Virgen, los campesinos del río Chagres esperan que ocurra una fuerte tormenta que marca el final de la temporada de siembra. Durante la tormenta 'La Purísima', cayeron 788 milímetros de agua en 24 horas, causó más de 500 deslizamientos y sus afectaciones alcanzaron cuatro provincias.

Pero lo más importante es que llegó a afectar el suministro de agua para la ciudad de Panamá. Por primera vez vivimos una vulnerabilidad de nuestro abastecimiento hídrico.

Estadísticas

En el año de 1940, en la ciudad de Panamá se consumieron 1,771,436 galones de agua, para 2014, la producción de agua para los distritos de Panamá y San Miguelito alcanzaba los 300 millones de galones diarios. Según datos de la Estadística Panameña citados por Ángel Rubio en su libro La ciudad de Panamá, de 1950, y el Instituto Nacional de Estadística y Censo, respectivamente.

Uno de los problemas en Panamá es la llamada 'demanda de la red', lo que quiere decir que la red de acueductos pierde entre el 45% y 55% del agua que se produce, y que no llega a facturarse, o se fuga sin llegar a usuarios. ¿Cómo se puede proveer un servicio adecuadamente si no se cobra de manera eficiente? Por esto, aunque los datos nos refieren que Panamá tiene un altísimo 'consumo' de agua por habitante, que llega a los 500 litros por persona, esta estadística no es representativa de los hábitos personales de los panameños, sino del mal estado y gestión de nuestro acueducto.

Acabo de ir a la cocina, tomar dos vasos de agua fresca y regresar. ¿Cuántas veces al día hacemos esto? Disfrutamos del agua y no volvemos a pensar en ella. ¿Cuánto tardaríamos en darnos cuenta si nos hiciera falta?

Al no haber una relación directa entre el consumo y lo que se paga, los usuarios no tomamos conciencia de nuestros hábitos. Cualquier persona que haya solicitado un medidor de agua para un local, sabrá lo demorado y engorroso del trámite. No me parece que pueda funcionar una empresa que no se organiza para cobrar y le dificulta las cosas a quien quiere pagar.

Hay expertos que plantean que para que las personas tengamos una preocupación sincera por conservar el agua y protegerla de la contaminación, deberíamos estar cada uno vinculado de por vida a tomar agua de la misma cuenca. Puede considerarse solo un experimento de pensamiento, pero ¿si tuviéramos que vivir nuestra vida entera, tomando el agua de una misma fuente hídrica, sin posibilidad de migrar o de comprar agua de otra fuente, cuidaríamos mejor de nuestra agua?

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