En celebración de un nuevo aniversario

Al cumplirse el cuarto aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Panamá, establecidas el 13 de junio de 2017, uno no puede sino sentirse, al igual que en todos y cada uno de los tres años anteriores por estas mismas fechas, embargado de profundas emociones de satisfacción, orgullo y esperanza, por las muchas cosas positivas, provechosas y benéficas para ambas partes que se han registrado en el desenvolvimiento de dichas relaciones.

Al respecto, lo primero que le viene a la mente a uno es la manera como China y Panamá, animados por el espíritu humanitario y de solidaridad internacional, se han venido brindando apoyo uno al otro en la batalla común contra la pandemia de SARS-CoV-2, enemigo común de toda la humanidad.

Al principio del brote del nuevo coronavirus, que hizo de China su primera víctima, al ser China el primer país en reportar numerosos casos de una neumonía causada por un virus entonces totalmente desconocido, el Gobierno y el pueblo chinos recibieron muchos gestos de solidaridad y acompañamiento de parte del Gobierno y el pueblo panameños, lo que infundió un aliento de gran fuerza en la nación china, enfrascada en el momento en un esfuerzo titánico, librando una “guerra popular” antiepidémica de proporciones jamás conocidas en los 70 años de la República Popular China, pagando muy elevados costos en todo sentido.

En gratitud y retribución al valioso apoyo panameño, y con un profundo sentido de la comunidad de intereses, responsabilidades y destino de la humanidad, China extendió con rapidez su mano solidaria cuando el brote del nuevo coronavirus se propagó globalmente, convertido en pandemia, y empezó a atacar a Panamá; y lo hizo en todas la formas y a todos los niveles al alcance de su habilidad: no solo en la forma de donaciones de insumos de bioseguridad y equipos médicos especializados, sino también de videoconferencias para compartir experiencias, conocimientos y metodologías de tratamiento, prevención y control entre los profesionales de la Salud de ambos países; y no solo al nivel de los gobiernos centrales, sino también de los gobiernos municipales y provinciales, de las empresas chinas radicadas en Panamá y de la amplia comunidad chino-panameña.

Otro hecho que creo que vale la pena destacar es que los dos países no desaceleraron sus pasos en la dirección de estrechar su cooperación económico-comercial, a pesar de las dificultades obvias acarreadas por la pandemia.

Producto de la complementariedad natural entre China y Panamá en los términos económicos, de la pronta y fuerte recuperación económica china postpandemia y del consistente, innovador y concertado esfuerzo promocional de las autoridades y sector privado de ambos países, como por ejemplo la participación virtual de Panamá en varias ferias chinas de alto perfil, la III Expo Internacional de Importaciones de China (CIIE), entre otras, el comercio bilateral no paró de crecer, permitiéndole a China permanecer firme en la posición ganada desde el año 2019, de primer socio comercial de Panamá.

En 2020 se suscribió otro protocolo fitosanitario entre los dos gobiernos, esta vez de carne avícola, sumando un total de seis acuerdos de esta índole logrados gracias al esfuerzo concertado de ambos gobiernos a lo largo de los cuatro años de relaciones diplomáticas, otro botón de muestra contundente de la voluntad compartida por ambas partes de llevar adelante nuestra agenda bilateral, de tal manera que redunde en beneficios reales y sustanciales para nuestros ciudadanos.

A lo anterior se agregan varios nuevos proyectos de inversión china que han cuajado en realidad o en ciernes –ICBC y DiDi–, por citar dos ejemplos más renombrados.

Lo anterior viene a testimoniar que China y Panamá son dos países por igual identificados con el multilateralismo y la economía abierta, así como adheridos a los valores de unión, conexión y cooperación en pie de igualdad entre los miembros de una comunidad de destino, conceptos con los cuales China está inequívocamente comprometida y bajo cuya guía China desea seguir trabajando, de la mano y en sinergia con Panamá, a fin de dejar atrás, lo más pronto posible, la actual coyuntura de crisis y volver a echar adelante nuestra cooperación por la senda del desarrollo común, en bien de nuestros pueblos.