La Ciudad de la Salud, donde la investigación y la docencia se unirán

Actualizado
  • 26/07/2021 00:00
Creado
  • 26/07/2021 00:00
La obra de infraestructura de salud más importante del país será retomada próximamente después de años de atrasos. Médicos resaltan la importancia del proyecto para el sistema de salud
Avances en la construcción de la Ciudad de la Salud.

La Ciudad de la Salud será el primer complejo clínico de investigación y educación médica que se construirá en América Latina.

En un solo conglomerado estarán instalaciones clínicas y quirúrgicas de la Caja del Seguro Social (CSS) y del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges).

“Se dará el componente de investigación, con el Instituto Oncológico (tratamiento del cáncer) y la Facultad de Medicina.... Será un logro inédito en América Latina”, dijo Enrique Mendoza, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.

Para el médico y docente universitario, la construcción de la infraestructura hospitalaria es un compromiso moral con los casi 7 mil panameños que han muerto por covid-19.

“La Academia Nacional de las Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos ha dicho que tenemos que salir de la pandemia con un sistema de salud fortalecido, capaz de enfrentar los próximos desafíos”, concluyó Mendoza, al referirse a la obra de salud de mayor envergadura en el país con 17 edificios, 43 quirófanos, más de tres centenares de consultorios, 1,235 camas, que tiene siete años de atrasos y que ha estado envuelta en litigios legales y financieros. Pero, que finalmente un acuerdo entre el gobierno panameño y la contratista Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), permitirá concluirla.

Han pasado cerca de 10 años desde que se concibió y adjudicó el complejo hospitalario, la Ciudad Hospitalaria, que posteriormente pasó a llamarse Ciudad de la Salud.

La Ciudad de la Salud, donde la investigación y la docencia se unirán

Las disputas entre las autoridades panameñas y la empresa española adjudicataria, provocaron la suspensión de la construcción del nosocomio, en junio de 2015, que en su momento empleaba a 1,600 personas.

“La obra se convirtió en un tributo a la desidia, a la falta de compromiso con la nación panameña”, comentó Jorge Luis Prosperi, médico y miembro del Consejo Consultivo de la Salud, por el abandono en que se encontraba el proyecto.

Los años de atrasos en la construcción son inaceptables con un complejo hospitalario de la seguridad social al borde del colapso, con una infraestructura deteriorada, con una sociedad con necesidades de salud, con una mora quirúrgica agravada por los efectos de la pandemia y que alcanza a 17 mil cirugías, de los cuales 9,978 son trasplantes, 150 cardiacas, 500 cardiovasculares, entre otros. Y, los números pueden aumentar considerablemente y alcanzar las 40 mil cirugías de no activarse la Ciudad de la Salud este año.

El legado de tres administraciones

El gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014) inició la Ciudad Hospitalaria. El gobierno de Juan Carlos Varela (2014-2019) la ignoró. La administración gubernamental argumentó irregularidades en el proyecto, que entonces tenía un 42% de avance.

La suspensión de la obra se extendió por cinco años, que les permitía exigir $65 millones a la constructora española.

“Varela jugó con nosotros, se burló del pueblo panameño”, dijo Prosperi.

En su criterio, el comportamiento del exmandatario Varela estaba relacionado con la idiosincrasia política panameña, donde el gobierno que entra no quiere continuar con los proyectos del anterior, explicó Prosperi.

Con la ascensión al poder político de Laurentino Cortizo, las disputas legales y financieras quedaron en manos de su gobierno y de las autoridades de la CSS.

En ese escenario, arrancó la nueva batalla entre el gobierno y la empresa española: un arbitraje ante la Cámara de Comercio Internacional, que ascendía a $175 millones.

Después de dos años de gobierno, de muchas negociaciones, de la solicitud de la empresa para que el Estado rescindiera el contrato, el gobierno panameño logró un acuerdo que permitirá la conclusión del importante proyecto de salud de Panamá y de la región.

FCC decidió retirarse de la obra y dar paso a un consorcio formado por empresas panameñas para que la concluya. El acuerdo contempla que no se le pague a la empresa constructora española y por el contrario esta tendrá que pagar $1.2 millones a la CSS. La contratista española también desistió del acuerdo arbitral ante la Cámara de Comercio Internacional, que ascendía a $175 millones.

La reactivación de la obra generará 4 mil empleos en el sector de la construcción que impactará la recuperación económica. Y, aunque se desconoce la fecha de la reactivación de las obras se espera que sea lo más pronto posible.

La emblemática obra concluida podría convertirse en modelo para la región centroamericana. Y, de terminarse en esta administración gubernamental sería un legado del presidente Cortizo a la sociedad panameña, considera Prosperi.

El avance actual de la obra es de 65% y su costo se estima en cerca de $900 millones. Esta semana se espera que las autoridades de la CSS ofrezcan más detalles de la cesión del contrato.

La obra comprende un Instituto de Cardiología, Instituto de Nefrología y Banco de Sangre, entre otros.

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