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Santamaría: Una reforma al Estado debe acompañar la nueva política agroalimentaria
- 20/01/2023 00:00

La nueva ley que establece la primera política agroalimentaria de Estado es considerada por diversos sectores ligados a la producción e investigación agropecuaria como un paso importante, al reconocer la necesidad de caminar hacia una soberanía alimentaria desde las instituciones públicas.
Un avance que tendrá varios escollos en la implementación, entre otras razones por el modelo de Estado que en las últimas décadas ha priorizado las lógicas de importación de alimentos por encima de la producción nacional, señaló Julio Santamaría, ingeniero agrónomo e investigador del Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (Idiap).
Durante la entrevista de ayer jueves en “Portada” de La Estrella de Panamá, Santamaría destacó que el país importa al menos el 60% de sus alimentos. Productos básicos en el régimen alimentario del panameño son importados, la leche en un 40% y el maíz en casi un 70%. Una situación que tiene efectos en los precios de los alimentos, y que se agrava por la profunda desigualdad que enfrenta el país.
“Ese modelo y esas relaciones económicas nos han transformado en uno de los países más desiguales de América Latina y el mundo”, apuntó Santamaría, quien vincula el posible éxito de la nueva ley a una reforma del Estado que facilite tanto la producción nacional como la lucha contra el hambre.
El investigador puntualizó que no solo debe verse el problema alimentario en términos de rentabilidad o eficiencia, sino también en la importancia de la autosuficiencia.
“Aumentar la disponibilidad de alimentos de las familias que efectivamente están pasando hambre, y niños que mueren por falta de alimentos, no solo es un problema técnico, es también de actuación ética”, dijo.
Santamaría destacó igualmente el problema del contexto internacional, con grandes monopolios y la dependencia de un tipo de agricultura ligada a la industria de los hidrocarburos.
“Los fertilizantes, por ejemplo, no pertenecen a los países sino a las grandes compañías (...) (que) los mandan a los lugares donde tienen garantizada la mayor ganancia. Mientras el sistema internacional no se regule, el problema de la alta concentración oligopólica en la provisión de insumos, venta y consumo de productos alimenticios (...) vamos a seguir dependientes de esas variaciones (geopolíticas). Hoy es el conflicto en Ucrania, mañana en otros lugares”, manifestó.
Para el ingeniero agrónomo es necesario no solo plantear una política nacional de soberanía alimentaria, hace falta pensar una propuesta regional desde América Latina para que los países pequeños y medianos como Panamá puedan defender sus intereses ante las corporaciones y potencias.