Sequía del lago Alajuela abre la posibilidad de racionar el agua

Actualizado
  • 27/04/2023 00:00
Creado
  • 27/04/2023 00:00
La escasez de lluvias durante la estación seca y la amenaza del fenómeno de El Niño plantea dudas sobre la capacidad del lago Alajuela para satisfacer la demanda de agua de la potabilizadora de Chilibre
Alajuela, un lago artificial con bajos niveles por la falta de lluvias.

La disminución continua del nivel de agua en el lago Alajuela, producto de la falta de lluvias, genera preocupación en el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), confesó Iván Cano, director de operaciones de la entidad a este medio.

“El lago Alajuela está disminuyendo su nivel en cerca de dos pulgadas diarias, lo que genera que se pueda extraer menos agua y que, en consecuencia, se produzca menos agua para satisfacer la demanda de la ciudad de Panamá”, explicó.

Según Cano, este 26 de abril el nivel del lago fue de 204,6 pies y si continúa descendiendo puede ocasionar que se hagan racionamientos de agua en las comunidades que son abastecidas por la planta potabilizadora de Chilibre (San Miguelito, Panamá norte desde Las Cumbres hasta Buena Vista, y todos los sectores alejados de la red que comprenden Panamá este desde Pedregal hasta La Siesta de Tocumen).

La problemática está relacionada con la insuficiente cantidad de lluvia que recibieron algunas regiones del país, en 2022, lo que ocasionó que las capas freáticas (acumulación de agua subterránea que se encuentra a una profundidad relativamente pequeña bajo el nivel del suelo), no tengan el nivel necesario en la actualidad, explica la meteoróloga Berta Olmedo, subdirectora del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (Imhpa), a La Estrella de Panamá.

La falta de lluvias hace que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales no descarte comenzar a racionar el servicio del agua.

A esto hay que sumarle que en la temporada seca de Panamá no se han registrado las lluvias que suelen ocurrir.

Lo positivo es que, según Olmedo, es poco probable que la temporada lluviosa (mayo, junio y julio) se atrase. “Los expertos nacionales han indicado que la temporada lluviosa tendrá un comportamiento muy cercano a sus valores naturales, pero no se descarta que para el mes de julio el nivel de las lluvias esté debajo de lo normal”.

Aun así, desde el Idaan se están tomando algunas acciones para limitar la pérdida de agua, asegura Cano. “Estamos reparando las fugas en algunos sectores, regulando la presión del agua en diversas zonas para minimizar pérdidas durante fugas y tratando de concienciar a la población”, relata.

Pese a que la sequía del lago Alajuela ha tenido peores momentos, como en 1997, cuando el nivel del lago bajó a 197 pies, el funcionario del Idaan plantea que la realidad poblacional de esa época es muy distinta a la actual, lo que hace que la demanda sea más elevada.

Este hecho hace que desde la entidad no se descarte comenzar a racionar el agua, en caso de que la sequía no acabe pronto. “Si sigue disminuyendo el nivel del lago y producimos menos agua, no tendremos otra alternativa, porque tendremos que repartir la disponiblidad del recurso entre todos los usuarios”, señala. Una metodología que la entidad pudiera comenzar a utilizar en un mes, si la realidad no mejora, puntualiza el funcionario.

El fenómeno de El Niño

“Tenemos una probabilidad superior al 80% de que entre junio, julio y agosto se consolide el fenómeno de El Niño”, explica Olmedo, quien pide que todos los sectores de la población tomen las acciones pertinentes para mitigar su impacto. La situación, según Cano, puede agudizar la escasez de agua.

“El calentamiento [de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial] no es un calentamiento que pueda dar paso a una condición normal o a un fenómeno de La Niña, pues se ve, casi inequívocamente, que estamos evolucionando a un fenómeno de El Niño”, detalla Olmedo.

Este fenómeno impactará principalmente los patrones de lluvia en el Pacífico panameño, con menos lluvia en la mayor parte de las regiones.

Considerando que la duración de este fenómeno oscila entre los 12 y los 18 meses, la especialista señala que hay probabilidades de que se extienda durante la temporada lluviosa (septiembre y octubre) y que siga estando presente en la temporada seca de 2024.

Es por ello que desde el Imhpa plantean la necesidad de que cada sector de la sociedad panameña que dependa del agua para su funcionamiento, se comience a preparar.

De allí que la entidad tenga reuniones constantes con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y el Idaan, para hacer llegar recomendaciones a los productores y ganaderos.

Aun así, la meteoróloga considera que no todo será negativo, puesto que hay renglones que pueden verse beneficiados con este fenómeno.

“El sector turístico puede verse beneficiado por esta situación”, pondera.

El apoyo ciudadano

Para Cano, es necesario que los usuarios hagan buen uso del agua, para preservarla. “Si una persona pasa de gastarse 100 galones de agua diario a 50, eso influye de forma directa en la distribución del agua”, asegura.

El funcionario pidió que la población tome nota del caso costarricense (nación que comenzó a racionar el uso del agua), dado que si no se ahorra agua y sigue la sequía, podemos llegar a esa realidad.

“No usen la manguera como si fuera una escoba, cierren el grifo al lavarse los dientes o afeitarse, y no rieguen las plantas con agua potable”, demanda.

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