Don Bosco, el santo patrón de la Jornada Mundial

Actualizado
  • 20/04/2018 02:00
Creado
  • 20/04/2018 02:00
Cada año los fieles acuden en multitud a la procesión en su honor en señal de devoción. En 2019, en el marco de la JMJ, los peregrinos conocerán más de su legado

Fundador de la Congregación Salesiana, de las Hijas de María Auxiliadora, de la Asociación de los Salesianos Cooperadores y de la Asociación de María Auxiliadora, con una fuerte devoción a María, y caracterizado por ser un sacerdote que trabajaba con ahínco por la educación y el bienestar de los niños y jóvenes. Así se recuerda a Don Bosco, uno de los santos patronos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019.

Don Bosco toma a San Francisco de Sales como modelo de vida cristiana y maestro de espiritualidad, en quien se inspiró para formar su carácter como religioso.

Los peregrinos y los requisitos de salud

El Ministerio de Salud informó al Comité Organizador Local de la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019 las vacunas que los peregrinos y voluntarios deben tener para participar en el evento religioso.

Las indicaciones están basadas en el listado de brotes epidémicos que ha reportado la Organización Panamericana de la Salud, que señala lo siguiente:

Fiebre amarilla: Continente africano y Brasil.

Sarampión: Estados Unidos de América, República Bolivariana de Venezuela, Italia, España, Grecia y China.

Difteria: República Bolivariana de Venezuela.

De acuerdo con el Ministerio de Salud, esta información podrá ser actualizada si se registraran nuevos brotes en otros países.

El espíritu salesiano encarnado por Don Bosco se caracteriza por una visión optimista y humanista de la tarea educativa. La responsabilidad forma parte crucial en su vida. En numerosas ocasiones llega a aconsejar que para ‘alcanzar la santidad' es necesario empezar haciendo bien las cosas de cada día, cumpliendo los deberes de cada uno, a fin de ser buenos cristianos y ciudadanos honestos.

DEVOTO DE MARÍA

En la espiritualidad de Don Bosco cuenta mucho la presencia de María. A María Auxiliadora dedica el santuario que construye en Turín y a ella confía el Instituto Religioso Femenino que lleva su nombre.

El estilo educativo de Don Bosco parte del trato asiduo y dialogante del educador con los jóvenes. La educación salesiana se fundamenta en la amistad, en un diálogo cordial y afectuoso. En la educación salesiana no tienen sentido los castigos; es a partir del afecto que se corrige y se educa a la persona en su totalidad, incidiendo en su carácter, su integración en la sociedad y en su apertura a la trascendencia.

INICIOS EN SU VOCACIÓN

Va creciendo en Don Bosco poco a poco la vocación sacerdotal. Observa por las calles a los sacerdotes de los pueblos que, entregados con celo a su tarea, no mantienen un trato familiar con los jóvenes. Sólo trataban a los adultos. ‘Si yo fuera sacerdote, lo haría de forma distinta. Me acercaría a los niños y a los jóvenes para charlar con ellos y darles buenos consejos'.

A los veinte años, ya acabados sus estudios básicos y preuniversitarios, se plantea qué hacer en el futuro. Tiene clara su vocación sacerdotal y decide entrar en el convento de San Francisco de la ciudad de Chieri.

FUNDADOR DE UNA COMUNIDAD RELIGIOSA

En 1846 pide a su madre que le acompañe a Turín. Ella se queda a vivir con él y se convierte en la progenitora de chicos huérfanos de afecto y de educación. Acepta, con gran disponibilidad, y parte con su hijo a establecerse en la casita de Valdocco. Allí, Don Bosco empieza a alojar a algunos jóvenes, a quienes les ofrece una cama y un plato. Les busca trabajo y, durante la noche y los días festivos, les enseña a leer y refuerza su formación religiosa. Además, ejerce de madre: les lava y cose la ropa; les aconseja o les riñe, si es necesario.

La casa se queda demasiado pequeña, por lo que emprende la tarea de construir una iglesia al lado. La dedicará a San Francisco de Sales, su modelo en el apostolado juvenil. Años después, tendrá que construir una iglesia mayor.

Ya desde 1849 Don Bosco reunía a los jóvenes mayores, descubriendo su vocación sacerdotal. Los fue preparando, compartiendo la responsabilidad educativa de los oratorios.

PADRE Y MAESTRO DE LA JUVENTUD

Don Bosco se mantuvo activo hasta los últimos momentos de su vida. Falleció el 31 de enero de 1888 en Turín, después de guardar cama durante un mes. Había consumido toda su vida a favor de los jóvenes obreros de Turín y del mundo.

Es declarado santo por Pío XI en 1934. Con el tiempo, Don Bosco es venerado como patrón de la formación profesional y de los jóvenes aprendices, de la cinematografía, de Brasilia, de la Patagonia. Declarado Padre y Maestro de la Juventud por Juan Pablo II en 1988, con motivo del centenario de su muerte.

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