Los privilegiados del FIS

PANAMÁ. Corría el mandato de Mireya Moscoso. En la Asamblea Legislativa el equilibrio político era en extremo frágil.

Moscoso consolidó el célebre Pacto de La Pintada en el que sumó a los partidos Liberal Nacional y Solidaridad y a la Democracia Cristiana al oficialismo. Tenían la mayoría por un voto en el pleno legislativo.

Pero ese control fue efímero, un año después el PRD, dos diputados de la Democracia Cristiana y uno de Solidaridad se agruparon en el Pacto META y tomaron la Asamblea.

De ahí empezó la batalla, entre el gobierno y Asamblea, surgieron las presiones económicas y el tema de las partidas circuitales.

Esos fondos eran asignados a cada legislador para obras sociales en la comunidad, sin embargo, las acusaciones de que habrían llegado a ser utilizados para financiar campañas de reelección de los legisladores no eran pocas.

En el 2002 se decidió eliminar las partidas circuitales. El año siguiente no habría con qué “atender a la comunidad”. Pero los gobiernos encontraron en el Fondo de Inversión Social (FIS) una estructura para reemplazar esas partidas. Así empezó a funcionar el esquema que hoy está en entredicho.

La práctica se hizo ley y en el gobierno de Martín Torrijos, perfeccionaron el sistema, desarrollando el esquema de asignación de fondos según la facción política. Por ejemplo, en plena campaña electoral el FIS entregó 19 millones 663 mil 663 dólares a los diputados de gobierno y oposición. (Ver cuadro).

“Es un reemplazo de un sistema corrupto por uno peor”, sentenció Enrique Montenegro del Frente Anticorrupción

El abogado Miguel Antonio Bernal, asegura que es una muestra de lo “putrefacto” del sistema actual. Lo peor es su temor de que “nada se investigue”.