Ex notario demanda a magistrados de la Corte

Actualizado
  • 18/10/2010 02:00
Creado
  • 18/10/2010 02:00
PANAMÁ. La disputa por la herencia de 50 millones de dólares que dejó el estadounidense Wilson Charles Lucom no terminó con el fallo de ...

PANAMÁ. La disputa por la herencia de 50 millones de dólares que dejó el estadounidense Wilson Charles Lucom no terminó con el fallo de la Sala Primera de lo Civil que dictaron los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Oydén Ortega, Harley Mitchell y Alberto Cigarruista, donde en la práctica decidieron que la fortuna sería para los descendientes del ex presidente Harmodio Arias Madrid y no para los ‘los niños pobres de Panamá’.

Mario Velásquez Chizmar, el notario encargado de redactar el testamento de Lucom, presentó ante la Asamblea Nacional una demanda contra los tres magistrados de la Sala Civil, alegando que se afectó su honor, así como la honra y bienes del difunto Lucom al desconocer su testamento.

Los magistrados, según Velásquez Chizmar, violaron varios artículos del Código Civil relacionados con la capacidad de una persona para dejar un testamento, su interpretación literal y la potestad de dejar uno o más albaceas (administradores de la herencia). Incluso, el notario advierte que los magistrados pudieron haber violado el artículo 351 del Código Penal que habla del enriquecimiento injustificado del servidor público.

Velásquez Chizmar manifiesta en su demanda que con el fallo del 6 de agosto pasado, donde se nombra como heredera universal a la viuda de Lucom (Hilda Piza Lucom), se pone en duda la importancia legal de la ‘actuación notarial en un testamento, vulnerando su utilidad y seguridad’. Si se toma como válida esta interpretación de la Corte, dice el notario, lo mejor sería que nadie hiciera testamentos porque la CSJ ‘siempre podría variar y alterar la voluntad de quien sea’.

TRES PROCESOS JUDICIALES

Luego de la muerte de Lucom el 2 de junio de 2006, su viuda y los hijos de ésta (hijastros del estadounidense) iniciaron una batalla legal por la herencia de 50 millones que había dejado.

En su testamento, Lucom designó a su amigo y abogado Richard Lehman como albacea para que su fortuna sirva para concretar un proyecto dirigido a ayudar a los niños necesitados de Panamá a través de lo que sería la Fundación Wilson C. Lucom Trust Fund.

En julio de 2006, el Juzgado Cuarto de Circuito Civil nombró como albacea de la herencia a Lehman. No obstante, ante los reclamos de la familia de los herederos de la viuda, el 4 de mayo de 2007, el Primer Tribunal Superior nombra como albaceas y fiduciarios de la herencia de Lucom a Richard Lehman, Hilda Piza Lucom y Christopher Rudy.

La batalla legal prosiguió y llegó a la propia CSJ. El pasado 6 de agosto, la CSJ anuló todo lo actuado por los tribunales inferiores al resolver un recurso de casación y decidió nombrar como única albacea, fiduciaria y heredera universal de la herencia Lucom a Hilda Piza.

El ex notario público Velásquez Chizmar dice que este fallo no era la voluntad de Lucom: ‘Esta nunca fue la voluntad del difunto, quien me reiteró que su herencia debía ser administrada por varias personas’.

Hilda Piza Lucom estuvo casada antes con Gilberto Arias Guardia, uno de los cinco herederos directos del ex presidente de la República Harmodio Arias Madrid, con quien tuvo tres hijos: Madeline Arias Piza, Gilberto Arias Piza (actual embajador de Panamá en Londres) y Melinda Arias de Morris.

Para respaldar su decisión, la CSJ alega que ‘(...) ante la ausencia de un nombramiento específico de albacea es la señora Hilda Antonia Piza Blondet, legataria (persona natural o jurídica favorecida por el testador) además del 50% de las cuentas de interés combinada del causante y, por tanto, legataria del 50% de los activos líquidos dejados por Lucom, quien igualmente le legó el apartamento donde vivían’.

Según el fallo, el legado particular de Lucom a la fundación social ‘señala la ejecución de actividades en coordinación con escuelas y demás entidades para proveer de alimentos a niños en escuelas de áreas rurales, y previa la donación de un terreno para tal fin por parte de los interesados; situación que constituye una voluntad específica y muy particular de Lucom, la cual será mejor ejecutada por quien en vida compartiera junto a él su vida y a quien éste le manifiesta sin duda algún afecto y confianza’.

La Sala en su fallo dijo compartir el planteamiento de Hilda Piza, cuando señala que ella es la albacea designada por Lucom, y también debe entenderse que para con ella se extiende dentro de la sucesión, la condición de heredera a título universal de Lucom con todas las facultades y atributos que concede la Ley. Según la CSJ, Hilda Piza gozaba de una posición especial sobre el resto de los legatarios, pues como manifestó el propio Lucom, se trataba de su ‘amada esposa’, condición que no es explícita para el resto de las personas que figuran enunciadas dentro del testamento.

UNA HERENCIA MALDITA

La misma herencia que se peleó en los tribunales panameños Hilda Piza y el amigo y abogado de Lucom, Richard Lehman, ya había sido disputada con anterioridad por el propio Lucom.

Wilson Lucom estuvo casado con Virginia Willys, quien fue la heredera de John Willys, pionero de la industria automotriz y creador de la marca Jeep.

Virginia Willys falleció en 1981 y, al momento de abrir su testamento, lo que los hijos de la difunta temían se convirtió en realidad: Lucom era el único heredero de todo, de la mansión donde vivían y de los fideicomisos en efectivos que superaban los 9 millones de dólares.

Los hijos de Willys intentaron pelear la fortuna pero no hubo caso: tuvieron que conformarse con tres millones de dólares cada uno. Ese mismo dinero por el que ha peleado la familia Arias Piza en Panamá fue producto de una herencia también discutida entre Lucom y sus hijastros.

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